En el marco de una nueva edición de congelados, los analistas entraron a Gran Hermano y prendieron fuego la casa.
Santiago del Moro hizo sonar el teléfono rojo en Gran Hermano, congeló a todos y entraron Gastón Trezeguet y Sol Pérez a la casa, sorprendiendo inmensamente a los participantes. Los analistas se pusieron cómodos, se sirvieron una copa y el “Big” les pidió el consentimiento.
Sol Pérez y Gastón Trezeguet ingresaron a Gran Hermano y escandalizaron la casa
Trezeguet caminó la pasarela de la entrada dando saltos de felicidad. “¡Tanto tiempo!”, exclamó. “Mi lugar en el mundo”, agregó Pérez, mientras se aproximaban juntos a donde estaban los participantes.
“No lo puedo creer, yo quiero hacer de todo”, agregó el hombre ni bien atravesó la puerta. Los jugadores, incrédulos, recibieron las visitas con bocas abiertas y amplias sonrisas.
“Los analizamos todas las noches. Que hermosos que están, quiero entrenar con ustedes cuando salgan. (…) Che huele re rico esto, no se porque la gente dice que hay mal olor”, comentó la mujer.
“Denisse tenes razón, esta más bueno que milanesa con pure Bautista. Le voy a dar un beso a Bauti”, exclamó Gastón mientras se reía y se aproximaba a Mascia. “Te tenes que quedar quieto… Na, mentira”, añadió.
El brindis de Sol Pérez en la casa de Gran Hermano
Los dos analistas revisaron la heladera y posteriormente Sol dijo: “Yo quiero hacer la gran Venganiela. Me voy a tomar una copita, por favor”. “Vení, vamos a brindar”, agregó, mientras se posicionaba junto a su compañero frente a los participantes.
“Por esta casa hermosa, por estos chicos que la rompen. Brindamos por ustedes también. Disfruten, queda muy poquito, están muy pero muy bien. Se están luciendo todos que es lo más importante. Cada uno de ustedes sabe porque entró y a qué (…) lo más importante es que ustedes lo sepan”, expresó Sol Pérez.
Luego, ambos visitantes fueron a las habitaciones y se acostaron juntos, provocando que Gran Hermano les pida el consentimiento. Gastón pisó la cama y se aseguró de disfrutar su tiempo en la casa hasta el último segundo.