En un Monumental con aforo reducido, la Selección Argentina volvió a encontrarse con su público tras la consagración en la Copa América. Sin Messi ni Di María, los de Scaloni vencieron 3-0 a Chile con una destacada actuación de Julián Álvarez y el reconocimiento emotivo a Ángel Di María.
La Selección Argentina volvió a pisar el césped del Monumental tras su histórica consagración en la Copa América en Estados Unidos, y lo hizo con una contundente victoria por 3-0 frente a Chile. A pesar del aforo reducido, el estadio se convirtió en una fiesta de principio a fin, con momentos que quedarán grabados en la memoria de los hinchas, como el emotivo homenaje a Ángel Di María, quien, ausente por cuestiones físicas, fue ovacionado por todo el estadio.
El equipo dirigido por Lionel Scaloni, sin Lionel Messi ni el “Fideo” Di María, mostró una versión renovada, con jóvenes figuras que se destacaron en el campo de juego. Una de las imágenes más fuertes de la noche fue el reconocimiento a Di María, cuya ausencia se hizo sentir tanto en lo futbolístico como en lo emocional. No obstante, la Scaloneta no decepcionó y supo encontrar en sus “Ferraris” el camino hacia la victoria.
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Análisis de los protagonistas en el Triunfo de la Selección Argentina
La figura de la noche fue Julián Álvarez, quien con una calificación de 8 puntos, supo abrir el marcador tras un centro que desarticuló a la defensa chilena. Su desempeño fue clave para romper el cerrojo del equipo rival y, aunque tuvo algunos errores en la definición, coronó su actuación con un gol que selló la goleada. Lautaro Martínez, quien se encargó del trabajo sucio en la delantera, no logró marcar, pero su presencia siempre fue un constante peligro para los defensores chilenos.
Paulo Dybala, con la responsabilidad de portar la histórica camiseta número 10, demostró su calidad y visión al asistir a Álvarez y marcar el segundo gol con un potente zurdazo que sorprendió al arquero rival. Su actuación le valió una calificación de 7 puntos, confirmando que puede ser una pieza importante en el esquema de Scaloni.
:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/2LBJ7RUD7WZD3E4D2N4UB4XDKE.jpg "La Selección Argentina regresó al Monumental con goleada y emoción: 3-0 ante Chile sin Messi y Di María 1")
Las claves del mediocampo y la defensa
En la mitad de la cancha, Rodrigo de Paul, con 6 puntos, manejó los tiempos del partido y se mostró como líder del mediocampo. Alexis MacAllister, quien fue de menos a más, fue fundamental para abrir la defensa chilena, y su polivalencia le permitió sumar puntos importantes con una calificación de 7. Enzo Fernández, por su parte, con 6 puntos, se destacó en la recuperación, siendo una de ellas la que derivó en el tanto de Álvarez.
En defensa, Cristian Romero fue una muralla. Con 6 puntos, “el Cuti” se mostró sólido y casi infranqueable, ganando todos los duelos a Eduardo Vargas. Nahuel Molina, sin embargo, tuvo dificultades para profundizar por la banda derecha y recibió una calificación de 5 puntos. Lisandro Martínez y Marcos Acuña, con 5 puntos cada uno, aportaron seguridad aunque con menos proyección ofensiva de lo habitual.
El Dibu, siempre presente
Emiliano “Dibu” Martínez, como de costumbre, transmitió seguridad en el arco argentino. Aunque no tuvo demasiado trabajo, intervino en momentos clave, especialmente en un cabezazo de Catalán que amenazó con descontar para Chile. Su actuación fue suficiente para ganarse una calificación de 7 puntos.
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La estrategia de Scaloni con la Selección Argentina
Lionel Scaloni, con una calificación de 8 puntos, planteó un partido inteligente y supo leer el juego conservador de Chile. Su apuesta por un esquema paciente, esperando el momento justo para golpear, resultó efectiva. Los cambios introducidos, como el ingreso de Giovani Lo Celso, quien aportó claridad en la creación y fue calificado con 6 puntos, refrescaron al equipo y le permitieron afianzar la ventaja.
Con esta victoria, la Selección Argentina se consolida en la cima de las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026, reafirmando su condición de favorita y devolviéndole la alegría a su gente. El Monumental, que vibró de emoción a pesar de la ausencia de Messi y Di María, fue testigo de una nueva página en la historia de la Scaloneta, que sigue su marcha firme hacia un nuevo sueño mundialista.
