Colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn y la colitis indeterminada son algunas de las patologías que necesitan de un diagnostico precoz para evitar complicaciones.
Las enfermedades intestinales inflamatorias son más comunes de los que creemos. La diarrea, la fatiga, dolores, cólicos abdominales, sangre en las heces, disminución del apetito y pérdida de peso involuntaria son algunos de los síntomas que estas patologías pueden traer y muchas veces pasamos por alto.
Varios son los trastornos que implican la inflamación de los tejidos del tracto digestivo de manera crónica, incluyendo la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn y la colitis indeterminada. Cada una de ellas afecta a las personas de maneras totalmente diferentes.
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Estas patologías suelen diagnosticarse en la tercera década de la vida, entre los 15 y 30 años. En este sentido, el Conicet de Argentina expresa que la incidencia de las enfermedades intestinales inflamatorias ha ido en aumento desde la década de 1970.
La colitis ulcerosa suela afectar al intestino grueso o colon. La Sociedad Argentina de Gastroenterología explica que las lesiones se extienden desde el recto hacia arriba en longitud variable y continua. Esta puede solo comprometer al recto y permanecer indefinidamente de esta forma o extenderse en el resto del colon.
Por su lado, la enfermedad de Crohn afecta a una o más porciones del intestino delgado, el colon y, pocas veces, otras partes del tubo digestivo. Las lesiones de esta pueden intercalarse con zonas sanas. A sí mismo, el l 10-15% de los pacientes que se diagnostican con enfermedad inflamatoria intestinal tienen un cuadro de colitis indeterminada.
“Se establece este diagnóstico, cuando al realizar los estudios habituales ante una sospecha clínica de enfermedad inflamatoria intestinal: analíticos, radiológicos, endoscópicos y anatomopatológicos, no se establecen o no cumplen exactamente criterios ni de enfermedad de Crohn ni de Colitis ulcerosa”, explican desde el Grupo Español de Trabajo de Enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa.
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La mayor parte de los pacientes suelen realizarse pruebas y terminan siendo diagnosticados con la enfermedad de Crohn o de Colitis ulcerosa, ya que hay características diferenciadoras que permiten brindar un diagnostico clasificado adecuadamente. No obstante, existe un pequeño porcentaje de casos que comparten características de ambas enfermedades y no permiten realizar un diagnóstico concreto, por lo que se terminan denominando “colitis indeterminada”.
Ante la presencia notoria de un cambio persistente en los hábitos intestinales o la aparición de signos o síntomas de una enfermedad intestinal, debe consultar con un profesional de la salud, quien se encargará de llevar a cabo la evaluación correspondiente, ya que, aunque las enfermedades intestinales inflamatorias no suelen ser mortales, pueden ser graves y hasta provocar complicaciones que ponen la vida en peligro.
