La actriz arremetió contra su exesposo, Luciano Castro, y reveló los oscuros secretos de su relación. Con fuertes declaraciones sobre su rol como madre, Sabrina no dejó nada por decir y dejó en claro lo que siente sobre el actor, su exmarido y padre de sus hijos.
Sabrina Rojas no teme hablar de lo que vivió durante la década que estuvo al lado de Luciano Castro. En recientes declaraciones que sorprendieron a todos, la actriz destapó un lado oscuro de su relación con el actor y no dudó en señalarlo como padre.
En una entrevista en Desayuno Americano, Rojas fue contundente al describir lo que considera una carga emocional constante como madre, mientras también cuestionaba el papel de Castro en la vida de sus hijos. A través de sus palabras, dejó claro que ya no se callará y que, a pesar del tiempo, su enojo sigue latente.
El desgaste de una relación que ya no daba para más
Años después de la separación que marcó la vida de ambos, Sabrina se mostró más desilusionada que nunca. A pesar de que en su momento los medios mostraron una imagen idealizada de la familia que conformaba con Castro, la realidad detrás de cámaras fue muy diferente. La actriz explicó que, aunque en redes sociales se presentaban como una pareja feliz, la cotidianidad en su hogar estaba lejos de ser idílica.
En la entrevista, Sabrina fue muy clara sobre lo que vivió junto al actor: “No tengo una doble cara, como el padre de mis hijos. Es más lo que callo que lo que cuento. Luciano se hace el correcto y moralmente deja mucho que desear. Soy muy feliz desde que estoy sin él. Mi vida tiene armonía ahora, ya no hay mal humor ni oscuridades. Luciano es tóxico con su propia vida”, expresó con firmeza.
🔥La novela entre Luciano Castro y sus parejas no tiene fin… Tras las palabras de Sabrina Rojas, ¡estalló el escándalo!
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— TVP (@TV_Publica) December 12, 2024
Sabrina no solo atacó a Luciano en términos personales, sino que también cuestionó su rol como padre. Con las emociones a flor de piel, la actriz le pidió a su exmarido que dejara de centrarse tanto en su vida privada con su novia, Griselda Siciliani, y se ocupara más de sus hijos, Esperanza y Fausto. “Mis hijos no demandan nada porque yo cubro todo y yo les hago creer que tienen un papá fantástico”, reconoció Sabrina, dejando en evidencia la carga mental que siente como madre.
En sus palabras, Rojas reflejó la difícil realidad que muchas mujeres enfrentan: hacerse cargo de todo el día a día mientras sus parejas parecen ser ajenas a esa responsabilidad. Aseguró que Luciano no solo no se hace cargo de su paternidad, sino que también se presenta como un hombre empoderado, lo que le resulta sumamente molesto. “Me da mucha bronca verlo empoderado y como si fuese un gran hombre, porque muchas veces no lo es”, afirmó, desnudando el malestar que siente frente a la actitud de su ex.
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Un amor que terminó con heridas abiertas
En 2019, Sabrina ya había hablado abiertamente del desgaste que llevó a su separación. En una entrevista con Intrusos (América), explicó que la relación llegó a su fin por una acumulación de tensiones, sin un hecho específico que la desmoronara, pero sí una rutina agotadora que terminó por desgastar el vínculo. No obstante, las cosas no terminaron ahí.
En las últimas semanas, Rojas reveló que aún después de su separación, Luciano seguía intentando reconquistarla mientras ya estaba en pareja con Griselda Siciliani, su actual novia. Según Sabrina, esto no es algo raro en la personalidad del actor, quien tiene una “habilidad para amar a varias al mismo tiempo”.
En una entrevista reciente, Sabrina también se refirió a la relación entre su ex y Siciliani, aclarando que no le sorprende, pero que ella ya ha cerrado ese capítulo de su vida. “Es una historia de amor donde yo ya sé el capítulo final”, sentenció Sabrina, haciendo referencia a la relación de Luciano con Griselda. Consciente de las repercusiones mediáticas que genera su postura, Sabrina no esquivó el tema y fue contundente al hablar de cómo percibe a su ex: “Él tiene una gran habilidad para enamorar, pero a veces hay que hacerse cargo de lo realmente importante”, remarcó.
La relación con sus hijos: un tema sensible
Lo que más le dolió a Sabrina fue hablar de la ausencia de Luciano como padre. Durante la entrevista, Rojas no solo mostró su decepción con el actor por su falta de compromiso con los hijos que tienen en común, sino que también destacó el esfuerzo que ella pone para cubrir esa ausencia. “Hay una carga mental que él no tiene y que yo sí”, explicó, enfatizando la desigualdad que muchas mujeres viven a diario cuando se trata de la crianza de los hijos.
A pesar de todo, Sabrina se mostró decidida a seguir adelante con su vida, manteniendo una imagen positiva frente a sus hijos, sin que ellos se enteraran de los detalles oscuros que caracterizan su relación con su exmarido.
En su cuenta de Instagram, Sabrina también se encargó de mostrar su lado más optimista, celebrando los logros escolares de su hijo Fausto, quien fue reconocido por su capacidad emocional para procesar y gestionar sus emociones. “Hice todo bien”, escribió en una publicación, evidenciando que, a pesar de las dificultades, su mayor logro es criar a sus hijos de la mejor manera posible.
Sabrina Rojas y su pelea mediática con Griselda Siciliani
No es un secreto que entre Sabrina Rojas y Griselda Siciliani existe una enemistad mediática, alimentada por la figura de Luciano Castro. A lo largo de los años, ambas actrices se han lanzado dardos desde los medios, y la situación sigue siendo tensa.
Sabrina no dudó en hacer referencia a esto y aseguró que, a pesar de las confrontaciones, no siente la necesidad de hacerles frente a sus ex parejas. “No me voy a meter en su historia de amor, ya sé cómo termina”, concluyó, dejando claro que lo más importante para ella ahora es mantener la paz en su vida.
En conclusión, Sabrina Rojas se ha mostrado más firme que nunca a la hora de hablar sobre su relación con Luciano Castro. Con declaraciones contundentes, reveló un lado desconocido de su historia con el actor y dejó en claro lo que piensa sobre su rol como padre y compañero. Mientras tanto, sigue adelante con su vida, más feliz y tranquila, con la firme convicción de que está haciendo lo mejor para sus hijos.
