Los resfríos y la gripe suelen ser frecuentes la etapa del año que está por entrar a la Argentina. Conoce las recomendaciones médicas respecto a su prevención y métodos para evitar inconvenientes.
El descenso de temperaturas de otoño e invierno suelen traer un aumento en los casos de resfríos y gripe. Estas son dos enfermedades respiratorias altamente contagiosas que suelen confundirse porque cuentan con algunos síntomas en común. No obstante, tratan de infecciones causada por virus completamente diferentes.
Por un lado, la gripe es causada solo por los virus de la influenza. Por otro, el resfrío por varios virus diferentes, tales como los rinovirus, los virus de la parainfluenza y los coronavirus estacionales.
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Dado a la confusión entre los síntomas de gripe y los del resfrío, algunas personas suelen recurrir a “tratamientos inadecuados que no hacen más que complicar su estado de salud”, según el Ministerio de Salud de la Nación de la Argentina.
Los síntomas del resfrío aparecen gradualmente. Los de la gripe son de aparición repentina. Los casos de fiebre alta suelen hacer referencia en las personas que tienen gripe, mientras que en las resfriadas es poco frecuente, según informan los Centros para el Control y la Prevención de las enfermedades de los Estados Unidos.
En este sentido, los síntomas de la gripe suelen ser fiebre alta, dolor de cabeza, decaimiento, tos, dolor de garganta, congestión nasal, dolor muscular y malestar generalizado. A su vez, pueden aparecer síntomas como nauseas, vómitos y diarrea, pero estos son más comunes en niños que en adultos. Esta enfermedad suele tener un periodo de incubación corta de entre 2 a 5 días y es altamente contagiosa desde el día previo a su aparición e incluso una semana después.
Es importante prestar atención a algunas señales que indican que el paciente con gripe requiere atención médica. En caso de niños, se necesita llevarlos a una consulta si tienen síntomas como fiebre sostenida, respiración rápida o dificultosa, coloración azulada en la piel, cambios en el estado de conciencia e irritabilidad. Mismo si, cuando los síntomas de la gripe mejoran, regresan con fiebre y empeoramiento de la tos
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Para los adultos, se debe tener precaución en caso de episodios de fiebre alta o sostenida, dificultad en la respiración o falta de aire, dolor o presión en el pecho, desmayos, confusión o bonitos severos y/o persistentes.
La vacunación es un gran método para poder prevenir la gripe. Esta se encuentra indicada con prioridad para aquellos grupos de riesgo integrados por adultos mayores de 65 años, personas con enfermedades crónicas y con alteraciones de la inmunidad, niños o adolescentes que mantienen terapias prolongadas con ácido acetilsalicílico y médicos, enfermeros y aquellos que tienen contacto con pacientes de alto riesgo.
