La dieta MIND es una combinación entre la Mediterránea y la DASH.
A diario surgen nuevos estudios en torno a conseguir información acerca del funcionamiento del organismo humano. Entre ellos, debido a la masividad que ha tomado la importancia de la nutrición para el correcto desarrollo de la vida de toda persona, además de los factores estéticos, formas de llevar a cabo dietas invaden las redes y medios de comunicación. Esta vez es el turno de la dieta ‘MIND’ una que incluye alimentos que pretenden cuidar el cerebro.
La sigla en español significa “intervención con las dietas mediterránea y DASH para retrasar la degeneración neuronal”, debido a que combina características propias de la dieta mediterránea y la DASH. Es que, teniendo en cuenta las demencias que aumentan en la población mundial y generan preocupación, la dieta MIND comenzó a ser estudiada por la ciencia como una estrategia de prevención para poder actuar sobre el riesgo del deterioro cognitivo.
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De estas investigaciones algunos científicos ya compartieron resultados importantes, incluyendo los subvencionados por el instituto Nacional de Envejecimiento de los Estados Unidos, donde investigadores del Centro Medico de la Universidad Rush de Chicago y oras instituciones llevaron a cabo un ensayo clínico para evaluar dicha forma de alimentarse.
En este sentido, observaron que la implementación de la dieta MIND mejoró los cebreros de aquellos que la siguieron durante tres años. Así es que, hacia el final del estudio, donde se buscaban las conclusiones, imágenes tomadas a partir de resonancias magnéticas revelaron que el grupo de control que fue sometido a probar los efectos cognitivos de la dieta MIND con una leve restricción calórica mostró menos hiperintensidades de sustancia blanca y un mayor volumen de sustancia gris.
No obstante, un aspecto que logró impresionar a los investigadores es que los cerebros del grupo de control que no siguió la dieta también presentaron mejoras en un grado similar. “Realmente esperábamos que la dieta MIND mostrara un efecto superior al grupo de control, así que nos sorprendió bastante el resultado”, dijo Lisa Barnes, quien fue la autora principal del estudio.
La dieta MIND incentiva el consumo de frutas, verduras, granos enteros, frijoles, semillas, nueces y mucho aceite de oliva extra virgen. Por su parte, las carnes rojas y los dulces suelen comerse en poca cantidad, mientras que el pescado es uno los alimentos básicos gracias a sus fuentes de ácidos grasos omega-3.
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Al mismo tiempo, dado a que se añade la dieta DASH a la Mediterránea, la persona intenta reducir la presión arterial y el colesterol, reduciendo el consumo de sal a 2,300 miligramos al dia, es decir, menos de una cucharada de sal de mesa.
Y es que en el caso de la dieta MIND, la persona involucrada pasa a consumir verduras de hoja oscura a diario. Entre ellos encuentra rucula, berza o kale, hojas de diente de león, escarola, hojas de uva, col rizada, hojas de mostaza, lechuga romana, espinacas, acelgas y hojas de nabo. Las bayas también suelen destacar sobre otro tipo de frutas, mencionando entre las más consumidas las moras, los arándanos, las frambuesas o las fresas cinco veces a la semana.
A su vez, deben ingerirse tres raciones diarias de cereales integrales, a la par en que las legumbres en cuatro comidas por semana, la carne de ave en dos y el pescado al menos una vez por semana. En la misma línea, se aconsejan cinco porciones de frutos secos semanales, además de evitar la mantequilla, la carne roja, los fritos, el queso y los dulces.
