Un descanso diurno breve contribuye al rendimiento físico y mental, según un estudio científico publicado en British Journal of Sports Medicine.
Cumplir con una siesta diurna tras una noche de sueño normal o algo privada del mismo tiene un efecto de moderado a alto en la mejora del rendimiento cognitivo y físico además de la reducción de la fatiga según un reciente estudio compartido por la revista British Journal of Sports Medicine.
La revelación compartida por la revista británica detalla que cumplir con un descanso diurno aporta numerosos beneficios fisiológicos que favorecen una mayor esperanza de vida, al igual en que contribuye en el rendimiento deportivo.
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El trabajo recolecta información y evidencia de 22 estudios programados sobre casi 300 deportistas masculinos, donde se incluyeron jóvenes de entre 18 y 35 años entrenados o físicamente activos. En este sentido, la principal conclusión que reportaron los líderes del estudio es que una siesta entre las 12:30 y las 16:50 mejora el rendimiento cognitivo y físico de los deportistas que duermen normal por las noches.
Ocurre que varios deportistas de elite suelen pasar por privaciones parciales de sueño por el estrés y la ansiedad, aumentando en los días previos a competiciones, donde los largos viajes y el jetlag les suelen jugar una mala pasada. Por ello, suelen utilizar las siestas como recurso para aliviar dicha falta de descanso. En este contexto es que los investigadores notaron que estos periodos de descanso diurnos podrían suplementar el periodo de sueño nocturno.
Se conoce que dormir la siesta suele tener efectos positivos en el rendimiento deportivo, ya sea en lo físico o en lo cognitivo. Además, dicha acción permite disminuir la fatiga, mejorar los procesos de recuperación y combatir con efectividad los eventos negativos que pueden ocurrir en el organismo por la falta de sueño.
En este sentido, los investigadores revelaron que dichos beneficios pueden ser mayores cuando la siesta cuenta con una duración de entre 30 y 60 minutos que cuando se extiende por más de una hora.
No obstante, se destacó que, después de despertarse de la siesta, es necesario un tiempo de aproximadamente una hora antes de hacer ejercicio para evitar que sus beneficios se vean atenuados por el efecto del sueño o aturdimiento.
Años antes, en 2021, la misma revista había compartido recomendaciones de un consenso de expertos sobre el sueño en deportistas, en donde se proponían las siestas-café o power nap, mismas que se tratan de mantener siestas cortas antes de sentir el aturdimiento del despertar. Estas duran de 15 a 20 minutos justo después de haber bebido café.
