La afición xeneize expresó su bronca tras el 1-1 frente a Deportivo Riestra en La Bombonera. Una parte de la hinchada de Boca apunta a la dirigencia, mientras otra muestra su descontento con el equipo y el cuerpo técnico de Fernando Gago.
La Bombonera vivió una jornada de tensión y enojo. El empate 1-1 entre Boca Juniors y Deportivo Riestra por la fecha 19 de la Liga Profesional 2024 desató una oleada de críticas y silbidos hacia los jugadores de Boca y el cuerpo técnico comandado por Fernando Gago. Desde el pitazo final del árbitro Yael Falcón Pérez, el ambiente se tornó caldeado y los hinchas no dudaron en expresar su malestar tras el bajo rendimiento del equipo.
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La previa del descontento: abucheos a Fernández y Romero
La tensión comenzó antes de que rodara el balón. Los nombres de Pol Fernández y Sergio Romero fueron recibidos con aislados silbidos cuando los mencionó la voz del estadio. Fernández había anunciado previamente que no renovará su contrato a fin de año, algo que molestó a los hinchas. Por su parte, Romero, quien retornó tras una sanción luego de su enfrentamiento con plateístas en el último Superclásico contra River, volvió a La Bombonera sin un respaldo pleno de la afición, a pesar de haber sido héroe en la Libertadores 2023.
La falta de apoyo explícito hacia estos jugadores fue una señal de lo que estaba por venir. La paciencia de la hinchada estaba al límite y cualquier error podría detonar el descontento acumulado.
Cantos y protestas: el patido de Boca ayer
Antes de comenzar el partido, La 12, barra oficial de Boca, dirigió sus cánticos hacia Gimnasia y Esgrima La Plata, en referencia a los incidentes recientes en el estadio de Newell’s. Sin embargo, al poco tiempo del inicio, el descontento con el desempeño del equipo comenzó a ganar protagonismo. Tras el gol de Braian Sánchez para Deportivo Riestra, que tomó por sorpresa al cuerpo técnico de Gago, los hinchas empezaron a entonar el tradicional “Movete, Xeneize, movete”, símbolo de disconformidad con el rendimiento en cancha.
Lo que sucedió luego fue inusual: la tribuna Sur, ubicada de espaldas a Casa Amarilla, se rebeló contra La 12 y se sumó al cántico de protesta. En una clara manifestación de disconformidad, la popular y otros sectores de la hinchada dejaron en evidencia su desacuerdo con la barra, que en el primer tiempo había evitado los cánticos en contra del equipo.
🗣️ “Los jugadores no levantan las piernas, son una vergüenza”
📹 Las reacciones de los hinchas de Boca tras el empate contra Riestra en La Bombonera: https://t.co/CbAFByskYP pic.twitter.com/77zW6DhAoR
— Planeta Boca Juniors (@PlanetaBoca) October 28, 2024
El empate de Cavani y la bronca persistente
En el segundo tiempo, la situación empeoró. Los constantes errores y la falta de juego colectivo desataron el descontento general, lo que llevó a que La 12 se uniera al canto crítico inspirado en la canción “Estoy hecho un demonio” de la banda Safari. El mensaje era claro: la afición quería que el equipo reaccionara, que mostrara una actitud diferente y buscara la victoria.
Finalmente, el gol de Edinson Cavani, que significó el empate, trajo algo de calma. Sin embargo, el equipo de Gago no logró revertir la imagen y Riestra estuvo cerca de llevarse el triunfo en el último minuto. En un tiro libre en el tiempo de descuento, Leandro Brey, el joven arquero de Boca, dejó un rebote que casi termina en gol, pero reaccionó a tiempo con una destacada atajada que salvó el empate.
La Bombonera: ¿un mensaje para Gago?
El partido concluyó con la sensación de que el empate fue insuficiente para satisfacer a la hinchada. Los reclamos y silbidos hacia el plantel y el cuerpo técnico reflejan una exigencia de cambio urgente en el rendimiento del equipo. La presión sobre Gago y su equipo es cada vez mayor, y la afición dejó claro que no tolerará más actuaciones decepcionantes.
El desafío ahora para el cuerpo técnico es encontrar el camino hacia la mejora. La hinchada, que siempre ha sido uno de los mayores pilares del equipo, lanzó un mensaje contundente: esperan más de Boca, y el próximo partido será una prueba crucial para que el equipo recupere la confianza de su gente.
