Dos conocidas marcas de termos advierten sobre la presencia de productos falsificados en el mercado argentino que podrían tener graves consecuencias para la salud
Hablamos de salud contando que dos empresas de termos de renombre, han emitido una alerta sobre la venta de termos falsificados en bazares de Argentina, advirtiendo que estos productos contienen materiales tóxicos que pueden causar serios problemas de salud.
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En los últimos días, dos de las marcas más reconocidas de termos, Stanley y Lumilagro, han advertido sobre la proliferación de termos falsificados en el mercado argentino.
Estos productos, que se venden a precios significativamente más bajos que los originales, contienen materiales peligrosos que no cumplen con los estándares de seguridad establecidos por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).
La ANMAT regula que los termos no deben contener más de un 1% de impurezas de materiales tóxicos como plomo, arsénico, cadmio, mercurio, antimonio y cobre. Sin embargo, muchos de los termos falsificados que se fabrican en China y se importan a Argentina no cumplen con estas normas.
Riesgos para la salud
Grupo Mendizabal, explicó: “El níquel, que es un material costoso, es reemplazado en los termos ilegales por materia prima no adecuada. Este acero ‘tóxico’ contiene niveles elevados de contaminantes como plomo, cobre, arsénico y azufre, que se liberan con las altas temperaturas o la acidez de los líquidos”.
Lumilagro añadió que Bolivia, un país donde no se consume mate de manera significativa, importó casi 4 millones de termos de acero el año pasado, lo que sugiere un desvío hacia mercados como el argentino. Estos termos falsificados ingresan a precios muy bajos, alrededor de 61 centavos de dólar por unidad, lo que los hace extremadamente atractivos para importadores y vendedores en Argentina.
Consecuencias del uso de termos falsos
La exposición a materiales tóxicos a través de los termos puede tener graves consecuencias para la salud. Los metales pesados como el plomo y el arsénico son conocidos por causar daños neurológicos, problemas renales y trastornos cardiovasculares.
La liberación de estos contaminantes puede ocurrir cuando se vierten líquidos calientes o ácidos en los termos, aumentando el riesgo de ingestión.
La empresa Stanley también se mostró preocupada por la caída en sus ventas, que atribuye en parte al contrabando de estos termos falsificados. “Históricamente vendíamos un promedio de 3,5 millones de termos al año. Este año no creemos llegar a 1,5 millones, y esto se debe más al contrabando que a la recesión”, afirmó un portavoz de la empresa.
Medidas preventivas y recomendaciones
Ante esta situación, es crucial que los consumidores argentinos verifiquen la autenticidad de los productos que compran. Tanto Stanley como Lumilagro han recomendado adquirir termos únicamente en tiendas oficiales y distribuidores autorizados para evitar los riesgos asociados con productos falsificados. Además, la ANMAT está reforzando los controles para garantizar que los productos en el mercado cumplan con los estándares de seguridad.
Es importante que los consumidores se informen y estén atentos a las advertencias sobre productos falsificados. La seguridad y la salud deben ser una prioridad al momento de elegir productos que entren en contacto con alimentos y bebidas.
Caso relacionado: prohibición de aceite de oliva falsificado
En una nota relacionada, la ANMAT ha prohibido la elaboración, fraccionamiento y comercialización del aceite de oliva extra virgen marca Don Guillermo, producido en Mendoza. Según la disposición 6610/2024 publicada en el Boletín Oficial, el producto carece de registros sanitarios y está falsamente rotulado, lo que lo convierte en ilegal. Esta medida se tomó tras una denuncia que cuestionaba la autenticidad del producto y su capacidad para garantizar la trazabilidad y condiciones de elaboración bajo la normativa vigente.
La ANMAT ha ordenado la retirada de todos los productos que exhiban los registros sanitarios RNE N° 13931254 y/o 13823145 y RNPA N° 13731264 y/o 13823156, advirtiendo que estos aceites no garantizan la calidad y seguridad necesarias.
En conclusión, tanto en el caso de los termos falsificados como en el del aceite de oliva, es fundamental que los consumidores verifiquen la autenticidad de los productos y estén atentos a las alertas emitidas por las autoridades sanitarias para proteger su salud y seguridad.