La oncología es el área con mayor cantidad de estudios clínicos en la Argentina. Inmunología e infectología son las siguientes en la lista.
La ciencia no hace más que avanzar en el mundo e intenta responder a incógnitas que en técnicas como la Investigación Clínica podrían salvar la vida de más de una persona en el mundo. Esta rema de la ciencia mencionada es la encargada de evaluar y comprobar la seguridad y, al mismo tiempo, la eficacia de ciertos medicamentos, vacunas, técnicas diagnósticas, terapéuticas y nuevos dispositivos de uso médico. Así es que, en el país, el área de la medicina que mas preocupación genera y, por tanto, más estudios clínicos en curso posee es la oncología, con el 19,4%, seguida por la inmunología con el 14,4, la infectologia con 13,5, aparato respiratorio con 12,6, sistema nervioso central con 7,7 y oncohematologia con 4,5.
Del impacto de la investigación clínica para el avance del manejo del cáncer se habló en el XXVI Congreso Argentino e Internacional de Oncología Clínica, el evento más importante del año para la especialidad en nuestro país, durante un simposio organizado por la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (CAEME), que representa a las empresas farmacéuticas y biofarmacéuticas que desarrollan y comercializan medicamentos innovadores en el país.
Te podria interesar: Taylor Swift reprogramó su show del viernes al domingo: todos los detalles
“Es la primera vez que CAEME, en su rol de cámara del sector de innovación farmacéutica, participa en un encuentro científico de esta envergadura, donde se comparten todas las novedades de la especialidad. Consideramos fundamental trabajar junto a los profesionales de la salud en el abordaje de los desafíos de la oncología y, en ese sentido, es vital seguir impulsando la investigación clínica, actividad que ocupa un lugar central dentro del ciclo virtuoso de innovación farmacéutica. Potenciar su desarrollo en nuestro país es algo posible gracias a la excelencia de los profesionales de la salud de la Argentina, reconocida y valorada a nivel internacional”, sostuvo el director de Salud de CAEME, Roy Benchimol.
En 2022, a nivel mundial se invirtieron US$ 198.000 millones en investigación y desarrollo de nuevas moléculas. En comparación con otras industrias de alta tecnología, la inversión anual de la industria biofarmacéutica es ocho veces mayor que la aeroespacial, siete veces mayor que la industria química, y 1,2 veces que la del software y servicios informáticos. En el mundo, actualmente hay más de 9.000 compuestos en diferentes etapas de desarrollo, de los cuales 3.148 son para cáncer. “Ese poder transformador de la innovación farmacéutica se evidencia en el desarrollo de novedades como tratamientos basados en medicina personalizada, inmunoterapias o terapias avanzadas contra el cáncer, tanto para tumores sólidos (como el de mama, colon, próstata, vejiga y riñón, entre otros) como para enfermedades oncohematológicas como las leucemias, el linfoma o el mieloma”, describió la directora médica de CAEME, Susana Baldini.
En la Argentina, durante 2021 se presentaron ante la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) 222 protocolos de investigación clínica, cifra récord de los últimos 10 años, con más de 45.000 participantes en nuestro país. La inversión superó los $41 mil millones de pesos corrientes, cifra que creció 130% en valores constantes desde el 2017.
Recientemente, se sancionó la nueva ley de Investigación Clínica en Salud en la provincia de Buenos Aires, que actualiza el marco normativo y regulatorio. Hasta ahora, la disciplina se regía por una norma de 1991, anacrónica respecto de los avances tecnológicos, sociales y sanitarios de los últimos años. Baldini reconoció que tienen por delante “la oportunidad de expandir, federalizar y lograr mayor participación de las instituciones públicas en protocolos de investigación”. El 94,6% de participación es privada. Además, CABA (63%) y provincia de Buenos Aires (14%) concentran el 77% de las investigaciones, seguidas por Santa Fe (7%), Córdoba (7%), Tucumán (3%), Mendoza (2%).
La nueva ley, subrayó, “mejora los procesos administrativos de aprobación, jerarquiza la función de los comités de ética centrales e institucionales y promueve la transformación a centros excelencia para la investigación clínica en hospitales públicos bonaerenses, con todos los beneficios que eso representará para pacientes e instituciones”.