Autores como Taylor Branch, Kai Bird y Stacy Schiff iniciaron una demanda que cuestiona el uso de sus libros para entrenar a los modelos de chatbot como ChatGPT
Un nuevo escándalo rodea a la comunidad de escritores y el mercado que compete a la inteligencia artificial. Ocurre que un grupo de once autores de producciones de tipo no ficción se sumaron a una demanda colectiva presentada a una corte federal de Manhattan, donde acusaron a OpenAI y Microsoft de un uso inadecuado de los libros que redactaron para entrenar a los modelos de IA detrás del popular chatbot ChatGPT y otro software basado en la IA.
Los escritores denunciantes, donde se incluyen los ganadores del Premio Pulitzer Taylor Branch, Kai Bird y Stacy Schiff, coescritores de “American Prometheus” la biografía de J. Robert Oppenheimer, que le dio vida a la exitosa película “Oppenheimer”, dijeron a la corte que las empresas mencionadas y denunciadas habían infringido sus derechos de autor utilizando su trabajo para entrenar a las grandes plataformas de redacción GPT de OpenAI.
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“Los acusados están recaudando miles de millones por el uso no autorizado de libros de no ficción, y los autores de estos libros merecen una compensación y un trato justo por ello”, dijo el abogado de los escritores, Rohit Nath.
El escritor y editor de Hollywood Reporter, Julian Sancton, presentó por primera vez la demanda colectiva propuesta el mes pasado. El caso es uno de varios que han presentado grupos de propietarios de derechos de autor, incluidos los autores John Grisham, George RR Martin y Jonathan Franzen, contra OpenAI y otras empresas de tecnología por el presunto uso indebido de su trabajo en la capacitación en IA. Las empresas, por su parte, negaron las acusaciones.
La de Sancton fue la primera demanda de un autor contra OpenAI que también nombró a Microsoft como demandado. El gigante tecnológico invirtió miles de millones de dólares en la startup de inteligencia artificial e integró los sistemas OpenAI en sus productos. La denuncia enmendada presentada decía que OpenAI “eliminó” las obras de los autores junto con una gran cantidad de otro material protegido por derechos de autor de Internet sin permiso para enseñar a sus modelos GPT cómo responder a indicaciones de texto humanas.
La demanda también dice que Microsoft estuvo “profundamente involucrado” en la capacitación y el desarrollo de los modelos y también es responsable de infracción de derechos de autor. Los autores pidieron al tribunal una cantidad no especificada de indemnización por daños y perjuicios y una orden para que las empresas dejaran de infringir sus derechos de autor.