Los tatuajes pueden interferir en la toma de datos precisos sobre la salud de los consumidores de relojes inteligentes.
Es un hecho, los tatuajes y los relojes inteligentes no deberían mezclarse. Cuando estos dispositivos entran en contacto con las marcas de tinta permanente puestas en un ser humano no suelen arrojar datos precisos respecto a la salud de los usuarios debido a que los sensores no logran terminar de hacer el proceso de escaneo de forma efectiva.
Dicho descubrimiento no es un dato menor para aquellos usuarios de los dispositivos de smartwatch, ya que una de sus principales funciones consta en informar a sus consumidores acerca de su salud, enviando notificaciones en caso de presentar falta de oxígeno en sangre, estrés, irregularidades en la frecuencia cardiaca, entre otros.
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Los tatuajes afectan el rendimiento de los dispositivos debido a que pare poder realizar sus monitoreos a los datos de la salud el reloj utiliza una luz en la muñeca del usuario para hacer rebotar ondas encargadas de tomar la información requerida. Cuando algo interfiere en dicho proceso, pueden ocurrir dos irregularidades: los datos no son precios o directamente el dispositivo tecnológico advierte que no es posible recolectarlos.
Si se trata de tatuajes, el inconveniente surge en que se alojan entre la parte de la dermis de la piel, lo que no permite el correcto funcionamiento de las luces arrojadas por los relojes y/o bandas inteligentes. No obstante, esta no es la única dificultad que presenta ya que, más allá de tener la capacidad de hacer registros de información sobre la salud del usuario, estos dispositivos cuentan con un sensor que detecta si el usuario cuenta con el aparato puesto en su muñeca que, en caso de no detectarlo o ver que funciona con irregularidad, hace que deje de enviar notificaciones y el funcionamiento del mismo termine siendo intermitente.
Sin embargo, para la tranquilidad de los usuarios, este último inconveniente podría tener una solución. Existen relojes inteligentes que cuentan con la opción de suspender la función de detección, para que el smartwatch detenga sus procesos de búsqueda de la muñeca a través de sensores y asuma que la persona tiene puesto el dispositivo todo el tiempo. Esto permitirá que las notificaciones continúen llegando, incluso si se retira el aparato, aunque es mejor opción que no recibir nada.
El inconveniente de los tatuajes, por su parte, no cuenta con una solución definitiva. Aunque Samsung anunció hace pocas fechas una próxima actualización para combatir dicho conflicto en sus relojes inteligentes, pero no dieron detalles sobre el cómo.
