Jóvenes que practican el deporte que trata de correr, escalar y saltar obstáculos urbanos, utilizan su habilidad para contribuir ante la escasez de gas y electricidad.
Las autoridades de la ciudad acordaron apagar las luces del icónico monumento una hora antes de lo normal, además de bajar la temperatura del agua en las piscinas municipales y retrasar el calentamiento de los edificios públicos.