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Las precipitaciones cortaron la sequía que se extendió durante los últimos 3 años en la zona núcleo y representa el inicio de “un nuevo libreto” para el clima argentino, según destacó la Bolsa de Comercio de Rosario.
La Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) afirmó que las precipitaciones son un alivio para los maíces tardíos, pero que no resuelven el daño provocado por la sequía y las olas de calor.
La Federación Argentina de Contratistas de Maquinarias Agrícolas (FACMA) alertó que el sector está al borde del corte de la cadena de pagos.
Durante el primer bimestre se acumularon US$421,5 millones, lo que representa una merma del 13,4% en comparación con igual período del 2022. En febrero, la baja fue del 22,2% interanual.
Las precipitaciones mejoraron la condición hídrica de la superficie sembrada y frenaron el deterioro de los cultivos, pero no impactarán sobre los rendimientos porque un 39,5% del área se encuentra en estado avanzado.
El gremio UATRE informó que el nuevo incremento, por revisión de inflación, pone en $4100 al jornal que se le abona a los trabajadores del sector. La paritaria de este año se abrirá formalmente durante la próxima semana.
En Merlo, provincia de San Luis, cayeron 245 milímetros. En las provincias de Córdoba y Entre Ríos los pluviómetros indicaron precipitaciones importantes.
Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), detalló los daños ocasionados por la sequía. Proponen medidas para impulsar las exportaciones y acumular reservas en el BCRA.
El fenómeno se registró a través de las temperaturas mínimas y máximas diarias, más altas que lo habitual, según señaló la Bolsa de Comercio de Rosario. La soja y el maíz sintieron el impacto.
La decisión de mejorar la gestión ambiental fue adoptada por el Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de esa provincia (Iscamen) y Bodegas de Argentina. La organización CampoLimpio sigue consolidando su presencia en muchos lugares del país.