Juan Miguel y Jorge Luis Cejas murieron en el barrio Santa Rosa de Lima tras una brutal disputa entre familias el sábado por la noche.
Santa Fe volvió a ser escenario de un brutal hecho de violencia en el que una brutal pelea entre familias del barrio Santa Rosa de Lima terminó con una dupla de hermanos asesinados, cuatro heridos, un detenido y un enfrentamiento policial en la noche del sábado.
En tanto, las primeras investigaciones de los peritos especialistas identificaron a las víctimas fatales como dos hermanos: Juan Miguel Cejas de 55 años y Jorge Luis del mismo apellido con 39. Los dos asesinados habían participado en una discusión con otra familia, que concluyó con una batalla campal con armas de fuego de por medio.
Te podría interesar:Sabina Frederic: “El narcotráfico no genera necesariamente violencia”
Por un lado, el mayor de los hermanos falleció producto de un disparo en la cabeza, mientras su hermano perdió la vida a raíz de recibir al menos dos machetazos en la zona del abdomen.
En la misma línea, una mujer y un hombre, integrantes del grupo familiar rival, fueron trasladados al hospital Cullen con heridas de arma blanca. La femenina permanece estable, aunque el hombre se encuentra en estado crítico.
Momentos más tarde de la discusión, un hombre fue detenido en las inmediaciones del centro de salud de Santa Fe tras ser señalado por los familiares de las víctimas como uno de los asesinos de los hermanos Cejas.
En este sentido, el primer informe policial determinó que la disputa comenzó cerca de las 23 :00 del sábado, cuando una dupla de una femenina y un masculino ingresaron a la sala de guardia del hospital Cullen con una herida de arma blanca. Minutos después, se relacionó a los pacientes con un feroz conflicto entre dos grupos familiares en el barrio Santa Rosa de Lima en las calles Moreno y Aguado.
Te podria interesar: “Rosario nos necesita”, ¿cuál es el plan del Presidente para combatir el narcotráfico?
Al tanto del mismo, los efectivos de la policía se dirigieron al lugar y encontraron la pelea aun activa, reconociendo un grupo de hombres y mujeres corriendo y gritando en diferentes direcciones. Mientras algunos pedían auxilio, otros insultaban y juraban venganza.
No obstante, los incidentes se terminaron trasladando al hospital Cullen, incorporando al conflicto al personal policial que intentaba detener la pelea. Incluso, señalaron que los agresores intentaron incendiar uno de los patrulleros que se encontraba en las cercanías del nosocomio.