Tras el dramático asesinato del niño rosarino el pasado fin de semana, vecinos y familiares saquearon la casa del supuesto narcotraficante implicado en el hecho.
Un grupo de vecinos del barrio Los Pumitas, de la ciudad de Rosario, donde fue asesinado a tiros un niño de once años y resultaron heridos otros tres menores, atacaron esta tarde la casa de un hombre indicado como narcotraficante, la cual fue saqueada e incendiada.
La furia por la muerte del niño Máximo estalló en el vecindario, que se decidió a desterrar a los narcotraficantes con justicia por mano propia. Una turba de vecinos irrumpió en el domicilio y comenzó a llevarse muebles, electrodomésticos y otros valores, para luego prender fuego la vivienda, por lo que tuvieron que acudir bomberos de la Policía poco antes de las 15.30.
Por la mañana se habían producido los primeros incidentes, cuando vecinos se acercaron al lugar y fueron dispersados por policías, mediante disparos de balas de goma. Los agentes se llevaron detenido al dueño de casa, al igual que a dos mujeres. El hecho ocurrió el domingo por la madrugada en el barrio Empalme Graneros cuando el niño de 11 años se encontraba en la puerta de su casa junto a otros chicos. De un momento a otro, un hombre comenzó a disparar hacia algunas personas y allí se desencadenó el trágico desenlace.
“Lo único que pido es que se haga justicia y todos saben quiénes son los que venden las drogas, se adueñan de las casas y se desparraman”, sostuvo Antonia en diálogo con un medio radial. Por la balacera, Máximo murió tras recibir un disparo en la espalda mientras que otros tres menores, dos de 13 y una nena de 2 años, resultaron heridos y fueron trasladados al hospital de Zona Norte donde se encuentran en estado reservado. La niña recibió un disparo en un brazo mientras que uno de los adolescentes tuvo un impacto de bala en el pecho por lo que fue operado de urgencia y el otro tiene un balazo en la boca.
Los implicados en el hecho siguen prófugos tras escaparse de la Policía por los techos de las viviendas. En diversos allanamientos, los efectivos incautaron armas con numeración suprimida, ametralladora, silenciadores y una moto con pedido de captura. La causa está siendo investigada por el fiscal Adrián Spelta, de la Unidad de Homicidios Dolosos en turno.