Desde este viernes llegarían las lluvias a la franja central de la Argentina. En las provincias del norte comenzarán desde este martes, pero el impacto en la zona núcleo agrícola va a ser determinante para las mayores superficies de soja y maíz, los dos principales cultivos del país, entre los que se pudieron sembrar y lo que se esperan implantar, en una carrera contra reloj porque sólo quedan un par de semanas como ventana adecuada en el calendario.
Desde este viernes llegarían las lluvias a la franja central de la Argentina. En las provincias del norte comenzarán desde este martes, pero el impacto en la zona núcleo agrícola va a ser determinante para las mayores superficies de soja y maíz, los dos principales cultivos del país, entre los que se pudieron sembrar y lo que se esperan implantar, en una carrera contra reloj porque sólo quedan un par de semanas como ventana adecuada en el calendario.
Las plantas se están secando y los productores miran el cielo todos los días para ver si llega el agua que aportaría la humedad mínima que requieren los suelos.
Las precipitaciones anunciadas para el viernes y sábado en la zona central del país vendrían como regalo de Navidad para el campo y su cadena de valor pero serían insuficientes, porque se esperan entre 15 y 25 milímetros.
La Zona Núcleo pampeana, conformada por el sur de Santa Fe, norte de Buenos Aires, sur de Córdoba y Entre Ríos, son lugares en los que se necesitan aportes importantes de lluvias.
En esa región, el corazón productivo de la Argentina, la falta de humedad en el suelo ha frenado la siembra de soja y en muchos lotes se ha descartado hacer maíz. Se necesita una lluvia de 80 mm para cambiar radicalmente el panorama para los productores agropecuarios.