La madre de la víctima aseguró que la niña se había caído de la cama, pero los peritos de la Policía Científica encontraron signos de maltrato por su cuerpo, además de una pierna fracturada.
Una mujer de 22 años , identificada como Milagros Esther Torres, llegó al Hospital Zonal General de Agudos Héroes de Malvinas en Merlo con su hija de dos años muerta en brazo explicando que se había caído de la cama, sin embargo, la Justicia decidió comenzar una investigación para determinar si la beba fue víctima de una golpiza que le quitó la vida.
Con la llegada de la mujer al nosocomio, los médicos de turno se alarmaron y al ver el cuerpo de la niña, el cual presentaba hematomas en la zona de la cara y abdomen, decidieron llamar al personal policial de la localidad para poder abrir una investigación con el fin de establecer las causas de muerte de la menor.
Según el primer relato que pudo reconstruir la joven, el problema había comenzado cuando el martes pasado a las 22, mientras ella preparaba la comida para toda la familia. En ese momento, cuando se encontraba realizando sus tareas, la menor se cayó de la cama mientras dormía, lo que desencadenó que al día siguiente amanezca entre vómitos y convulsiones.
Cuando los profesionales de la salud alertaron a los efectivos policiales sobre las marcas que tenía la pequeña criatura en su cuerpo, los peritos decidieron intervenir y terminaron confirmando la existencia de lesiones y signos de haber sufrido maltrato infantil momentos previos a la muerte, recaratulando el informe de fallecimiento de una “averiguación de causales de muerte” hacia “homicidio agravado”.
La revelación de la autopsia que complica a la madre
Tras el descubrimiento de los médicos y las sospechas de los peritos, el cuerpo de la menor de edad fue sometido a un estudio de autopsia que terminó revelando su desgarrador asesinato.
Con el conocimiento del informe forense del homicidio de la beba de dos años, la justicia solicito la inmediata detención de Milagros Esther Torres, además de su pareja, Darío Chamorro, volviendo a recaratular la causa, esta vez como “homicidio agravado por el vínculo”.
El estudio determinó que Milena (nombre de la menor), contaba con un golpe fuerte en la cabeza, una laceración en el hígado con hemorragia interna, rastros de golpes en el abdomen y hasta una fisura en la tibia con data de un mes.
Ambos detenidos se negaron a presentar su declaración cuando fueron sometidos a la indagatoria.