El presidente rechazó el vallado instalado por el Gobierno porteño frente a la casa de Cristina Kirchner.
Luego de que la ciudad ordenara un fuerte operativo, militantes se acercaron al departamento de la vicepresidenta para seguir demostrando su apoyo. Sin embargo, la tensión empezó a escalar y comenzó un disturbio entre los manifestantes y la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. Hay doce policías heridos y cuatro detenidos. Las fuerzas de seguridad avanzaron con camiones hidratantes.
Según el presidente de la Nación, el operativo, “lejos de aportar a la tranquilidad invocada, generó un clima de inseguridad e intimidación”.
Además, el expresidente, Mauricio Macri, culpó a Cristina Kirchner por el “desborde y la alteración de la paz social”.
El jefe de Gabinete de la Ciudad, Felipe Miguel, acusó a “los violentos de siempre” y pidió “responsabilidad” a la dirigencia oficialista.
Horacio Rodríguez Larreta, jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, dijo “siempre trabajaremos para la paz social”.