Se trata del observatorio de rayos cósmicos más grande del mundo, que desde 2004 capta la lluvia de partículas en su choque contra la atmósfera. El monto de la inyección económica ronda los 15 millones de dólares.
El observatorio de rayos cósmicos Pierre Auger, el más grande del mundo, que desde 2004 capta en Malargüe, Mendoza, la lluvia de partículas en su choque contra la atmósfera, logró importantes avances en mejorar sus sistemas de detección, mediante la incorporación de “una electrónica más moderna y precisa”, tras una nueva inversión de 15 millones de dólares.
El grupo de científicos encaró allí mejoras tecnológicas con la instalación de modernos equipamientos detectores que demandó una inversión de 15 millones de dólares financiados por los 18 países que participan de la iniciativa “que ya están dando los primeros resultados muy positivos”.
El Observatorio consiste en un arreglo de 1.600 detectores de superficie, distanciados a 1,5 kilómetros entre sí y cubriendo una superficie total de 3.000 kilómetros cuadrados que se complementan con un conjunto de 24 telescopios de fluorescencia de alta sensibilidad, que, en las noches despejadas y sin luna, observan la atmósfera para detectar la tenue luz ultravioleta que producen las cascadas de rayos cósmicos al atravesar el aire.