Las defensas de dos detenidos por el intento de magnicidio contra Cristina Kirchner pidieron hoy el desprocesamiento y la inmediata puesta en libertad por ausencia de pruebas que los vinculen con el hecho bajo investigación.
Agustina Díaz, la veinteañera amiga de la detenida Brenda Uliarte, y Gabriel Carrizo, el jefe de los fabricantes de algodón de azúcar “los copitos”, formularon el reclamo a través de sus abogados a los camaristas federales Pablo Bertuzzi y Mariano Llorens.
Los propios acusados también reclamaron a los jueces sus respectivas libertades. Carrizo aprovechó la posibilidad que le brindaron los camaristas para aclarar que “siempre” le pasaba dinero a Jacquelín Mamani, su ex pareja y madre de un hijo en común, quien en la víspera declaró como testigo y afirmó que el jefe de los “copitos” le había dicho que le estaba por salir una fuerte fuente de ingresos económicos. Más allá de esa situación familiar, les pidió a los jueces que “tomen la decisión correcta” e insistió en que los chats que lo comprometen con la organización del intento de magnicidio eran “una joda”.
Díaz, por su parte, proclamó su ajenidad con el ataque a la vicepresidenta, también pidió a los camaristas que “tomen la decisión correcta” y les expresó: “quiero irme a mi casa”.
En cambio, el abogado Marcos Aldazábal, en representación de la vicepresidenta, pidió que se confirmen los procesamientos con prisión preventiva, aunque admitió la posibilidad de que se reduzcan los embargos, de diez millones de pesos en cada caso.