Se trata de un descubrimiento hecho por especialistas argentinos, chilenos y australianos acerca de un mecanismo que regula el virus latente en los pacientes.
Desde 1996 en adelante las personas fueron beneficiadas con la evolución de la terapia antirretroviral, lo que permitía mantener al virus incapacitado e indefenso pero aún adentro del organismo.
El trabajo de Julia Rubione se basó en descubrir porque los niveles de proteína en personas con el virus VIH no se mostraban diferentes al de las personas normales. Lo que le llevó a descubrir un circuito regulatorio que hace que el virus VIH se pueda mantener latente en reservorios dentro del cuerpo humano, que son una de las principales barreras para erradicar la infección.