Carlos Robledo Puch, “El Angel de la Muerte” aseguró que “robaba para ayudar a madres humildes a que le compren ropa y le den de comer a sus chicos”
El pasado martes, el conductor Martin Candalaft presentó en su programa “Quien, Cuando y Donde” un informe especial que contenía una exclusiva sobre el protagonista de una de las historias criminales más importantes de la Argentina: Carlos Robledo Puch, más conocido como “El Ángel de la Muerte”.
El criminal argentino, que lleva tras las rejas exactamente 50 años y cinco meses, es el máximo asesino en serie de la historia criminal argentina y está entre los criminales del país con más años bajo la privación de la libertad en el Sistema Penitenciario Bonaerense.
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“El Ángel de la Muerte” habló desde el lugar donde cumple su condena, lanzando algunas frases que erizaron la piel. “Todo lo que pueden encontrar en Internet acerca de mí es mentira. Tengo 50 años preso, en mi infancia nunca maté ni un pajarito. Con eso digo todo. Los asesinos eran los hermanos Ibáñez”, explicó Puch.
“Nunca usé un arma para robar, tengo una causa de cuando era menor, tenía 14 años y medio, por vaciamiento de joyerías, relojerías y por hurto automotor. Siempre quise formar una familia, me gustan los chicos. Yo robaba para ayudar a madres humildes a que le compren ropa y le den de comer a sus chicos”, aseguró
Según el condenado, al igual que “eliminaron a sus padres” quiere morir a través de la eutanasia en un hospital. “Quiero que me duerman con varias pastillas para dormir y una vez profundamente dormido que me den adrenalina por vena para morir. Quiero morir porque estoy sufriendo constantemente”, pidió el asesino.
Al mismo tiempo, repitió y defendió su inocencia, aclarando que no había matado a nadie y que su proyecto era ser el sucesor de Juan Domingo Perón, pero que fue utilizando por la política con el objetivo de “tapar la dura realidad que vivía el país”.