Las precipitaciones mejoraron la condición hídrica de la superficie sembrada y frenaron el deterioro de los cultivos, pero no impactarán sobre los rendimientos porque un 39,5% del área se encuentra en estado avanzado.
Las lluvias relevadas a lo largo de las últimas semanas sobre el centro del país mejoran la condición hídrica del área sembrada y frenaron el deterioro de los cultivos. Sin embargo, un 39,5% del área se encuentra entre pleno llenado y madurez fisiológica (R6-MF), y dichas precipitaciones no impactarán sobre los rendimientos cosechados, según informó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA)
En tanto, ya comenzó la recolección de los primeros cuadros de soja de primera sobre el centro del área agrícola. “Los rendimientos relevados se ubican por debajo a los mínimos históricos y por debajo a los rendimientos inicialmente esperados. De continuar con dicha tendencia podría afectar nuestra estimación de producción de 25 millones de toneladas”, advirtieron.
Por otro lado, continuó la recolección de planteos de maíz con destino grano comercial. “A medida que los productores cosechan los lotes, los rindes disminuyen cada vez más. A la fecha, el avance nacional se ubica en 5,4% del área apta, marcando un rinde medio nacional de 34,5 quintales por hectárea”.
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Frente a este panorama, la BCBA mantuvo la proyección de cosecha para la campaña 2022/23 de 36 millones de toneladas, lo que representa una disminución de 30,8% interanual en el volumen producido. Este volumen, según detalló la BCBA, representa en números absolutos, es decir, 16 millones de toneladas menos que las recolectadas la campaña anterior, cuando fueron 52 millones de toneladas. “A medida que las labores avancen y se confirmen rindes por debajo de las expectativas, esta proyección podría ajustarse nuevamente”, indicaron sobre la situación del cereal.