Como cada 7 de febrero el Día Nacional del Carnavalito es festejado en toda la Argentina, sobre todo en Jujuy. Cuál es su historia y la importancia de la fecha.
En honor a su creador, cada 7 de febrero la zona de la quebrada de Humahuaca se llena de música y alegría debido a la celebración del Día Nacional del Carnavalito, donde cientos de apasionados por este baile tradicional argentino se unen para recordar el fallecimiento de Edmundo Zaldívar, fundador de “el Humahuaqueño”.
Esta clase de carnavalito se nombre como uno de los más conocidos en el mundo, por lo que se utiliza esta fecha para rendirle homenaje a su creador, quien recorrió el terráqueo dando a conocer el nombre de los quebradeños, los jujeños y la propia tradición del Carnaval.
El “Humahuaqueño” tiene sus orígenes en el año 1941, cuando Zaldívar se encontraba trabajando en la radio El Mundo. En el medio tocaba con la banda “Motivos de mi tierra”, quienes se encargaban de interpretar canciones pampeanas y cuyanas.
Comenzando a hacerse conocido le pidieron que incluya en su repertorio una creación que tenga aires norteños, dándole vida así a esta clase de ritmo, con el que dio vueltas al mundo y llevo a la región a ser reconocida internacionalmente.
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Edmundo Zaldivar falleció el día 7 de febrero del año 1978, cuando solo tenía 68 años, y desde esa fecha, por lo que cada año se realiza una conmemoración en su agradecimiento a su aporte en el cementerio de Humahuaca. A su vez, cientos de jujeños se reúnen para llevar a cabo el Festival del Carnavalito.
De esta forma, los restos de Zaldivar, que descansan en un mausoleo del cementerio San Antonio de Humahuaca, lugar que suele ser muy concurrido en esta fecha del año por aficionados de la música que se acercan a saludar al creador de uno de sus tradicionales bailes.
¿Quién era Edmundo Zaldivar?
Edmundo Zaldivar había nacido el día 9 de octubre de 1917 en Buenos Aires. Era hijo de un concertista y cantante reconocido en el país, por lo que su casa había sido el punto de encuentro de estrellas como Ricardo Rojas y Leopoldo Lugones.
Ya desde pequeño había mostrado sus habilidades musicales con la composición de la zamba “Nunca, nunca”.
Zaldivar había desempeñado un cargo como profesor en la Escuela Nacional de Danzas, además de tener academias de guitarra en todo el país. Entre sus aptitudes se encontraban la habilidad para tocar instrumentos como la guitarra, guitarrón, requinto, charango, arpa, bombo, quena y siku.
