13 años sin Amy Winehouse

Un día como hoy, la cantante británica Amy Winehouse se sumaba al grupo de artistas fallecidos a los 27 años. Un repaso por su corta vida, su gran legado y la biopic.

A los 27 años, protagonista de una corta vida, con adicciones y traumas no tratados, la cantante británica Amy Winehouse era encontrada muerta el sábado 23 de julio de 2011 en su departamento de Camden Town, Londres, por su guardaespaldas.

La cantante había empezado una gira el mes anterior por Europa y según su entorno se encontraba en buena forma. Sin embargo, el concierto que llevó a cabo en Belgrado el 19 de junio, en el que apenas pudo cantar y se tambaleó en el escenario, volvió a demostrar que tenía problemas. Esa misma semana su representante anunció que cancelaba la gira.

Winehouse saltó a la fama en 2006 por su canción “Rehab”. Tenía una voz muy particular, parecía salida de otra época. Esa fama tambien fue marcada por su adiccion al alcohol, a las drogas y sus ingresos a centros de rehabilitación.

Amy Winehouse confesó algún intento de suicidio. Entró y salió varias veces de los hospitales y muchos medios británicos especularon con su afición al alcohol y las sobredosis de drogas. La cantante sólo publicó dos álbumes, “Frank” y “Back to Black”.

Con su muerte, se unió al tristemente célebre “Club de los 27”, el grupo de jóvenes estrellas de la música que han muerto a los 27 años de edad, como Jimi Hendrix o Janis Joplin, por tener continuas dificultades para hacer frente a la fama.

Hendrix falleció a esa edad en Londres, en 1970, después de beber un cóctel de vino y pastillas para dormir, mientras que Joplin murió ese mismo año por una supuesta sobredosis de heroína y el Rolling Stone Brian Jones se ahogó en una pileta en 1969.

El grupo está integrado además por Jim Morrison, que murió en 1971 de un paro cardíaco, y el líder de la banda Nirvana, Kurt Cobain, que se pegó un tiro en 1994.

QUIÉN FUE AMY WINEHOUSE

Amy Winehouse nació en el seno de una familia judía de clase media. Desde muy temprana edad, mostró un gran talento musical, influenciada por el jazz y el soul, géneros que marcarían su estilo único.

Durante su adolescencia, asistió a la Sylvia Young Theatre School, donde desarrolló su amor por la música y comenzó a escribir sus propias canciones. A los 16 años, firmó su primer contrato discográfico, lo que la llevó a lanzar su álbum debut, “Frank”, en 2003. Este trabajo fue aclamado por la crítica y la estableció como una voz prometedora en la escena musical.

El verdadero despegue de su carrera ocurrió en 2006 con el lanzamiento de su segundo álbum, “Back to Black”, que la catapultó al reconocimiento internacional. Este disco, producido por Mark Ronson, fue una mezcla de géneros que abarcaba desde el jazz hasta el rhythm and blues, y contenía temas icónicos como “Rehab” y “You Know I’m No Good”. “Back to Black” no solo recibió numerosos premios, incluidos varios Grammy, sino que también resonó con un público amplio debido a su exploración de temas como el amor, la pérdida y la adicción, reflejando su tumultuosa vida personal.

A pesar de su éxito musical, la vida de Amy estuvo marcada por luchas personales. Su relación con el alcohol y las drogas se volvió problemática y estuvo constantemente en el ojo público, lo que a menudo llevó a episodios de comportamiento errático y problemas legales.

Su batalla contra la adicción fue una constante en los medios de comunicación, convirtiéndola en una figura trágica del mundo del espectáculo. A pesar de esto, su talento genuino brillaba a través de su música, lo que generó una base de fans leales que admiraban su honestidad y vulnerabilidad.

A pesar de su corta carrera, Winehouse dejó un legado duradero gracias a su música, que sigue inspirando a nuevas generaciones de artistas. Su estilo único y su voz inconfundible se han convertido en símbolos de una era, convirtiendo su vida y obra en un tema de reflexión sobre la genialidad y los desafíos del talento en la industria musical.

Si bien fue reconocida en vida, fue tras su muerte que su legado comenzó a recibir una gran cantidad de premios y reconocimiento. La intérprete quedó marcada en la historia como una de las exponentes más conocidas y talentosas del soul.

BACK TO BLACK, la Biopic

Marisa Abela, actriz de “Barbie” y de la serie de la BBC “Industry”, interpreta a Amy Winehouse. Jack O’Connell, actor de la serie británica “Skins” y de la película “This Is England”, interpreta el rol de Fielder-Civil, su ex marido.

Su relación con Blake Fielder-Civil fue tema de la prensa sensacionalista y los fotógrafos la persiguieron cuando estaba más vulnerable. La directora de la nueva película sobre Winehouse, Sam Taylor-Johnson, sostiene que “los paparazzi y la adicción” son los villanos del film, no su ex marido.

“Back to Black” sigue la vida de Winehouse desde que era una adolescente con una gran confianza en sí misma del norte de Londres hasta su transformación en una megaestrella internacional.

Taylor-Johnson, quien también dirigió la película biográfica de John Lennon de 2009, “Nowhere Boy”, cuenta que quiso conocer a Fielder-Civil antes de filmar, pero no le fue posible.

“Teníamos que entender por qué Amy se enamoró de él, así que no se trataba de hacer un villano unidimensional”, dice. “Tuvimos que enamorarnos de él para entender por qué ella escribió uno de los mejores álbumes sobre su relación. En cuanto a Blake, no me correspondía juzgar a alguien que obviamente era un adicto, ni a los dos, que tenían esta intensa, aunque tóxica, historia de amor”.

La persecución de Winehouse por parte de los medios es uno de los temas principales de la película, donde se ve a los paparazzi acampando afuera de su casa y acosándola en la calle.

Una escena la muestra cuando se cae afuera de una farmacia y los fotógrafos se agachan para tomarle una buena foto, y no la ayudan a levantarse. Puede que estos sean acontecimientos dramatizados, pero el trato que los medios de comunicación le dieron a la estrella está bien documentado.

Mirar retrospectivamente los artículos escritos sobre la cantante cuando estaba en el punto más álgido de su adicción es incómodo.

“Ni siquiera una gran cantidad de maquillaje puede ocultar el impactante estado de la piel de Amy Winehouse”, puede leerse en uno de ellos. Otro comenta: “Es algo serio cuando la chica pin-up tatuada en tu brazo luce mejor que tú”.

En cientos de fotografías tomadas por los paparazzi se ve claramente que la cantante está angustiada y enferma. 

Tanto Abela como Taylor-Johnson quieren que su película muestre lo increíble que fue Winehouse como música y que la gente salga de los cines y escuche sus canciones.

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