Ezequiel, que trabaja en el Emsur, encontró un celular en la Plaza del Milenio y logró contactarse con la mamá de Joaquina, una jugadora de hockey de Sporting, para devolverlo
Pero, a veces, la vida tiene preparadas lindas sorpresas.
Ezequiel, un empleado municipal que trabaja en el Ente Municipal de Servicios Urbanos, encontró en los últimos días el celular en el fondo de la fuente de la Plaza del Milenio, ubicada frente al Casino Central.
Luego, se contactó con el Instagram del club marplatense para avisar mediante mensajes que había encontrado el teléfono, envió fotos del mismo y pasó su número de contacto.
De fondo de pantalla, estaba Joaquina, la jugadora de la 7ma A, disputando un partido del Torneo Regional 2023 en el Sintético Panamericano, con la camiseta de Sporting puesta y el “2” en la espalda.
Desde el área de prensa del club se comunicaron con la manager de la actividad para que le hiciera saber a la familia de Joaquina de la buena novedad. Pero faltaba todavía un capítulo mejor…
Luego, Romina, la mamá de la jugadora se contactó con Ezequiel paracoordinar un encuentro y hacer la devolución. Para sorpresa del empleado del EMSUR, a modo de agradecimiento, recibió una caja gigante de chocolates.
Él se agarraba la cabeza de la emoción.
“Ezequiel es maratonista, re deportista, re sano, le quise llevar un vino o un gin tonic y me dijo que no tomaba alcohol. Me dijo que le encantaban los chocolates”, contó Romina. “Tiene unos valores y una humildad increíbles”, remarcó.
“Vació la fuente para hacerle un mantenimiento y en el centro quedó agua y barro y él entró a limpiarlo y encontró el celular. Lo puso en arroz durante varios días y después lo prendió y andaba. Se ve que la persona que lo robó se asustó porque era un Iphone y tiene localizador”, contó Romina en contacto con este medio.
“No sabía de que club era, empezó a averiguar hasta que le dijeron que el club era Sporting y por eso mandó el mensaje. Le mandé la denuncia y todo, para que supiera que era Joaquina. Él nos lo quería dar en mano. Ahora la quiere conocer así que la va a ir a ver jugar”, relató Romina, emocionada.
La de Joaquina, su primer viaje en colectivo, el robo y el gesto de Ezequiel es una historia que comenzó con bronca y desilusión y finalizó, casi dos meses después, con una buena noticia, una gran alegría y un mensaje: en una sociedad cada vez más complicada, todavía quedan excepciones de corazones gigantes y solidarios.