A tres años del brutal crimen de Fernando Báez Sosa, el obispo de Mar del Plata monseñor Gabriel Mestre ofreció una misa en Villa Gesell pidiendo justicia.
El día de ayer se cumplieron tres años del asesinato del joven Fernando Báez Sosa a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell. Por eso, el obispo de Mar del Plata, Gabriel Mestre, ofreció ayer por la noche una misa especial en el lugar donde sucedieron los hechos.
Durante la ceremonia pidió Justicia e hizo hincapié en que la sociedad debe de dedicarse a “erradicar todo tipo de violencia”. Estuvieron presentes cientos de vecinos y turistas que se acercaron a rendirle homenaje a Fernando, orando por justicia para él y paz para sus padres. El monseñor Gabriel Mestre era arzobispo de Villa Gesell al momento del crimen, por lo cual se lo vio particularmente conmovido.
Mestre calificó el crimen como “dramático” y pidió no dejar de exigir justicia, pues ella es “necesaria para sanar, al menos en parte, el daño provocado y honrar la memoria de quién ha sido brutalmente asesinado”. El mensaje fue claro: trabajar por un mundo sin violencia, cortar esa cadena y comenzar a construir cada vez más puentes de paz. “Que, en medio del dolor por el brutal asesinato de Fernando, buscando erradicar todo tipo de violencia, podamos decir cada día en nuestras familias y comunidades: “La justicia y la paz se abrazarán”, finalizó.
Hubieron muchos jovenes entre los presentes, quienes solos o en compañía de sus padres sostuvieron carteles y banderas con la imagen de Fernando y frases en pedido de una sentencia firme para los rugbiers detenidos, como “Justicia es perpetua”, “fueron ocho”, etc. La concentración comenzó a las 18:30 sobre la Avenida 3, en pleno centro de Villa Gesell, y generó que los transeúntes se detuvieran un momento a participar y los vecinos miraran desde los balcones de sus casas. Al mismo tiempo, en las escaleras del boliche Le Brique, actualmente cerrado, varios se sentaron a escuchar al obispo.
