Las milanesas es un clásico de la gastronomía argentina, pero ¿sabías que se pueden hacer de una manera más saludable sin perder su sabor característico?
Elige un corte de carne magro
El primer paso para hacer unas milanesas más saludables es seleccionar un corte de carne magro. La carne magra es más baja en grasas saturadas, lo que la convierte en una opción mucho más saludable para tus platos. Algunos de los cortes recomendados son:
- Pechuga de pollo: Sin piel y sin grasa visible, es una excelente opción baja en calorías y rica en proteínas.
- Peceto: Es una carne magra, con poca grasa visible y muy fácil de cocinar.
- Nalga: Ideal para quienes buscan un corte magro pero con más sabor.
- Bola de lomo: También muy magra, perfecta para quienes prefieren carne de vaca sin tanto contenido graso.
Si prefieres opciones vegetarianas, puedes optar por berenjenas, zucchini o zapallo. Estos vegetales tienen una textura firme que se adapta bien al rebozado y la cocción, y aportan nutrientes como fibra, vitaminas y minerales.
Elige un ligue saludable
El “ligue” es esencial para lograr que el rebozado se adhiera bien al corte. En lugar de utilizar el tradicional huevo entero, puedes optar por alternativas más saludables:
- Clarás de huevo: Usar solo la clara te permitirá reducir la cantidad de grasas y colesterol.
- Mucílago de chía: Esta es una excelente opción vegetal. Solo debes mezclar una cucharadita de semillas de chía con agua, y dejar reposar unos minutos hasta que forme una especie de gel.
- Leche de vaca o leche vegetal: Leche descremada o leches vegetales como la de almendra o avena, son perfectas para dar humedad y consistencia al ligue.
- Tempura: Si te gusta la crocancia, puedes mezclar agua con harina para formar una tempura ligera y crujiente.
Elige un rebozador nutritivo
La clave para hacer una milanesa saludable está en el rebozado. Reemplazar el pan rallado tradicional y la harina blanca por opciones más completas te dará un rebozado con mayor poder de saciedad y más nutrientes. Aquí te dejamos algunas alternativas:
- Avena: Opta por avena arrollada extra fina y tamízala antes de usarla para evitar el exceso de polvo. La avena es rica en hidratos de carbono complejos y fibra soluble.
- Salvado de avena: Esta es la cáscara de la avena, una excelente fuente de fibra. Ayuda a mejorar el tránsito intestinal, reduce el colesterol y tiene un índice glucémico bajo.
- Pan rallado integral: Se obtiene de pan integral, lo que aporta más fibra y nutrientes que el pan común. Si te gusta hacer todo casero, puedes preparar tu propio pan rallado integral en casa.
Para quienes no consumen gluten, hay varias opciones:
- Harina de arroz: Es una opción libre de gluten que se obtiene del arroz y tiene un sabor delicioso. Puedes usarla en cocciones al horno.
- Polenta / hojuelas de maíz integrales: La polenta es una buena fuente de carbohidratos complejos, proteínas y fibra. Además, tiene una textura crujiente que le dará un toque especial a tu milanesa.
- Semillas: El sésamo, girasol, lino o amapola son excelentes opciones para aportar un toque crujiente y añadir grasas saludables como los omegas 3 y 6. Puedes agregarlas a la mezcla de rebozador o usarlas solas.
Otras opciones incluyen fariña, una harina hecha de mandioca, que se utiliza para darle una textura muy crocante y es también libre de gluten.
Dale sabor sin exceso de sal
Las especias son tus aliadas para darle sabor sin tener que recurrir al exceso de sal. Algunas especias recomendadas son:
- Pimentón
- Cúrcuma
- Ajo en polvo
- Perejil
- Orégano
- Romero
- Pimienta
Si decides utilizar sal, es mejor que optes por una cantidad moderada o por sal baja en sodio, para no sobrecargar tu organismo de sal innecesaria.
Prioriza la cocción al horno
El método de cocción juega un papel importante cuando se trata de hacer milanesa saludable. Si bien las milanesas tradicionales se fríen, es mucho más saludable optar por cocinarlas al horno, ya que esto elimina la necesidad de aceite y reduce las calorías. Si decides freír, asegúrate de:
- Usar aceite puro (como de oliva o de coco) en lugar de mezclas comerciales.
- No reutilizar el aceite más de dos veces para evitar la acumulación de sustancias dañinas.
- Calentar bien el aceite antes de freír las milanesas para evitar que absorban demasiado.
Acompañamientos saludables para las milanesas
Para hacer de tu comida una opción completa y equilibrada, sustituye los acompañamientos tradicionales, como las papas fritas, por opciones más saludables. Algunas alternativas son:
- Ensaladas frescas: Aportan fibra, vitaminas y minerales.
- Puré de calabaza: Es un acompañante delicioso y bajo en calorías.
- Verduras al vapor: Como brócoli, zanahorias o espárragos, que no solo acompañan bien la milanesa, sino que también agregan nutrientes esenciales.
Con estos consejos, puedes disfrutar de una milanesa mucho más saludable, sin renunciar al sabor y la crocancia que la hacen tan popular. ¡Anímate a probar estas alternativas y disfruta de una comida deliciosa y nutritiva!