El joven esta acusado por el delito de "lesiones graves".
La Fiscalía del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil notifico al joven que hizo explotar una bomba de estruendo en un tacho de basura del colegio Don Bosco que deberá declarar como imputado del delito de “lesiones graves” por casi hacerle perder la audición a una compañera con su accionar.
La indagatoria tendrá lugar el próximo 7 de marzo, en el marco de la investigación que se inició cuando Azul Zabaleta sufrió severas heridas en sus oídos producto del hecho cometido por su compañero de escuela. El pedido fue realizado por el fiscal Walter Martínez Soto.
En relacion al estado de salud de la victima, este evolucionó parcialmente gracias a los tratamientos y no será necesario un trasplante coclear.
En relación a lo judicial se estableció un cambio de carátula de la causa: de “Lesiones gravísimas” se modificó a “Lesiones graves”.
El padre de la adolescente en dialogo con La capital, explicó: “No la cambiamos de escuela por expreso pedido suyo, porque ella fue ahí desde los 3 años y quiere egresar con sus compañeros de toda la vida. Pero seguimos pensando que las autoridades se manejaron muy mal y de hecho todavía no tuvimos comunicación de parte de la aseguradora: esto fue en julio y estamos en febrero y no nos ayudaron en nada. El tratamiento lo pagamos nosotros de nuestro bolsillo, y por suerte funcionó”.
“Nunca nadie nos llamó para preguntarnos qué pasó ni cómo sentimos que se comportaron desde la escuela. Sabemos que hay un sumario pero con nosotros no habló nadie”, dijo Zabaleta. Y agregó: “Si bien ella está un poco mejor, todavía sigue en tratamiento. Recuperó un poco la audición, pero no del todo, y tiene que seguir con su terapia, que dio resultado así como los tratamientos psicológico y psiquiátrico”.
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El hecho
El hecho ocurrió el pasado 8 de julio en la galería de planta baja del edifico educativo ubicado en Don Bosco y Belgrano, durante el segundo recreo.
Los alumnos buscaban realizar un reto difundido por la plataforma “Tik Tok”: a La “bomba” se le introducía cloro y agua para provocar una reacción química que derivaba en una explosión.
El reto provocó que Azul Zabaleta sufra aturdimiento y un desmayo. Distintas evaluaciones médicas posteriores confirmaron la pérdida de un 96% de la capacidad auditiva.
La Justicia inició una investigación primero a cargo del fiscal Alejandro Pellegrinelli, y luego del fiscal Martínez Soto.
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