Tras el balance negativo en cuanto al público y el consumo durante el mes de enero y febrero, las entidades turísticas esperan un impacto diferente para la temporada baja de marzo
“Esperamos ahora con la apertura del Previaje, haya un impacto diferente pero estimamos que va a ser menor por la época”, afirmó el presidente de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica, Jesús Osorno, luego del balance negativo de la temporada en cuanto al público, la seguridad y el gasto de la temporada en Mar del Plata.
“Esto se está dando día a día y así va a ser marzo. Esperamos ahora con la apertura del Previaje, haya un impacto diferente pero estimamos que va a ser menor por la época. Nos viene bien como punta de temporada, evidentemente la gente cuando tiene vacaciones, puede escaparse. Ahora es más limitado en cantidad el número de gente, pero es una gran herramienta. Todavía no abrió la inscripción, necesitamos las reglas, las tarifas y que no pase como pasó el año pasado que renegamos con el cuadro tarifario que después se corrigió. Estamos esperanzados con eso”, afirmaron desde la Asociación.
En cuanto al Previaje, Eduardo Palena dijo: “A nosotros nos interesaría que ese programa sea el mayor tiempo posible del año, pero convengamos que fue una herramienta excelente en las tres emisiones. Ahora se viene el cuarto que va a ser para los meses de mayo y junio y también esto es muy bueno porque es la temporada más baja que tiene la ciudad. Va a ayudar y mucho”.
Hernan Szkrohal, sector gastronómico, hizo un balance sobre el poco consumo que hubo por parte del turismo, el cual está relacionado a “la alta inflación, porque hace que el turista cuando viene, venga con un enlatado, un desayuno, una cena y eso disminuye el consumo en lo que es el centro de la ciudad. También se suma el agregado de que la cantidad de público se distribuye mucho más sobre la parte costera”.
“También tenemos que cuidar el tema de la informalidad laboral porque se genera una competencia desleal, donde los costos fijos son muy altos, lo que te lleva a tener que cobrar más y la aparición de un montón de negocios a puertas cerradas, hace que se pueda cobrar menos. Eso te quita al cliente y genera un problema sin resolución, porque a partir de la cantidad de oferta formal que tenemos, te quedas sin el cliente y con todos los gastos igual”, dijo Szkrohal.
Para cerrar, la inflación fue una problemática que no estuvo relacionada con la hotelería, “es lo que genera un sistema plagado de impuestos y eso hace muchas veces que los precios de la gastronomía se discutan sobre si están altos o bajos, pero venimos empujados por esta inflación galopante” y agregó que esto hace que los proveedores o alquileres “te hagan aumentar los precios y nunca estemos llegando a reflejar en carta esos incrementos que se tienen, lo que conlleva una pérdida de rentabilidad para el sector”.