Estas son las anécdotas e historias de criaturas y elementos extraños mas famosos de Mar del Plata.
En marco de 149º aniversario de Mar del Plata, estas son las anécdotas e historias de criaturas y elementos extraños mas famosos de Mar del Plata.
El monstruo que se traga las tormentas
Es habitual escuchar en pleno verano la frase “se la tragó el mar”, para explicar el por qué una tormenta que amenazaba con llevarse todo puesto se terminaba diluyendo al llegar a la costa.
La frase se remonta a que hasta hace un par de años, un monstruo marino recorría la costa marplatense, esquivando embarcaciones y cuidando a los bañistas.
Ante la pregunta “qué pasó con la tormenta?”, la respuesta era “se la tragó el mar”. La gente no denunciaba la presencia del monstruo a las autoridades, pero la llegada de los celulares con cámara fotográfica molestó a la bestia y decidió alejarse.
Las paradas inteligentes
Se trata de paradas de colectivos capaces de pensar y muy hábiles para los negocios: le sacaban información que luego usaban para chantajear a sus víctimas.
Por lo que la Municipalidad debió retirar tres de circulación, la que aun esta vigente se encuentra en un balneario en La Perla.
Los intendentes socialistas
Dicen los memoriosos que esta ciudad fue gobernada por una clase de hombres de perfil bajo, firmes en sus convicciones y con un amor por Mar del Plata. Ellos escuchaban a los fomentistas, sabían de geopolítica, ayudaban a las ancianas a cruzar la calle, fundaban escuelas en los arrabales y provenían del vecinalismo. Lo mas increíble es que no lo hacían por el dinero.
El colectivo fantasma
Cada diciembre, aparece de la nada un colectivo distinto a los demás que no pertenece a ninguna empresa conocida Se encuentra limpio y pasando cada diez minutos.
El colectivo sin patente ni papeles recorre de punta a punta la costa marplatense. Dicen que el chofer es un antiguo kamikaze de la aviación japonesa, que vino a Mar del Plata un febrero y después se aquerenció.
Los peligros de que no te abran la gaseosa delante tuyo
En un boliche de la avenida Constitución, del cual no se conoce el nombre, un adolescente conoce a una chica, y la invita a tomar algo. Luego de una charla, el joven comienza a sentirse mal y se desmaya.
Despertó a las seis horas en una casa que no era la suya, desnudo, en una bañera llena de hielo, sin los riñones.
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