En medio de los destrozos por el gran terremoto y sus réplicas en Turquía y Siria, la zona fronteriza vuelve a ser castigada con un temblor.
Un sismo de magnitud 6,3 y a una profundidad de dos kilómetros sacudió el lunes la región fronteriza entre Turquía y Siria, informó el Centro Sismológico Europeo del Mediterráneo (EMSC).
El temblor se produjo horas después de que el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo a Turquía que Washington ayudaría “durante el tiempo que sea necesario” después de los terremotos devastadores ocurridos en la región hace dos semanas. Testigos dijeron que tras el sismo las autoridades en Turquía reportaban nuevos daños en edificios.
El temblor ocurrió en la localidad de Defne a las 20h04 (1704 GMT) y fue sentido con fuerza hasta 200 kilómetros al norte. Provocó pánico en los supervivientes alojados en tiendas de campaña y se vivieron momentos de fuerte tensión en medio de dos países azotados por los terremotos.
El polvo y escombros de los sismos anteriores se levantaron y formaron una nube que dificultó la visibilidad. Al menos un edificio a medio colapsar se desplomó por completo y cascotes de otros dañaron autos estacionados. Sin embargo, expertos aseguran que este tipo de terremoto, que no duró más de 17 segundos, es normal como una réplica de los anteriores. Hasta la fecha se han registrado más de 6.000 réplicas desde aquel terrible sismo de magnitud 7,8 que sacudió Turquía y Siria.
Además, el centro de emergencias nacional AFAD habla de una segunda réplica de magnitud 5,8 con epicentro en Samandag.
Más de 45.000 personas han muerto en el terremoto de magnitud 7,8 que sacudió el 6 de febrero pasado Turquía y Siria, y se espera que el número de víctimas se dispare, con unos 264.000 apartamentos destruidos en Turquía y muchos desaparecidos mientras los equipos de rescate buscan señales de vida bajo los escombros.
