El principal aliado de Vladímir Putin en la región preocupa a las autoridades ucranianas. Los guardas fronterizos en el límite con Bielorrusia están reforzando sus posiciones. Al comienzo de la invasión, en el mes de febrero, las fuerzas rusas lograron acceder por este punto a la exrepública soviética sin apenas oposición.
Ucrania refuerza la frontera con Bielorrusia. El principal aliado de Vladímir Putin en la región preocupa a las autoridades ucranianas. Los guardas fronterizos en el límite con Bielorrusia están reforzando sus posiciones. Al comienzo de la invasión, en el mes de febrero, las fuerzas rusas lograron acceder por este punto a la exrepública soviética sin apenas oposición.
El objetivo es que no se repita esa situación, como explica un guardia que quiere permanecer en el anonimato: “El tiempo que estamos aquí nos dedicamos al arreglo de la frontera. Nuestro principal objetivo es impedir una invasión. Pero si vuelve a ocurrir en esta zona, entonces estaremos preparados para detener al enemigo, para evitar que avance hacia dentro de nuestro país”.
A unos treinta kilómetros al sur está Gorodnia, la primera ciudad tomada por los rusos. Bielorrusia anunció en octubre un despliegue del Ejército ruso. El alcalde de este enclave ucraniano, Andriy Bogdan, no cree que sea posible volver a entrar en su urbe con facilidad, pero no le gusta la postura del país vecino: “Por supuesto, existe esa amenaza, porque la situación en Bielorrusia es imprevisible, hay tropas rusas allí. Eso lo sabemos. El comportamiento de los dirigentes bielorrusos es totalmente incomprensible”.