Durante las negociaciones, la cantante colombiana aseguró que ya no tiene deudas pues ya pagó 17,2 millones más los intereses, y que confió en quienes la asesoraban hace diez años sobre cómo pagar los impuestos.
La oriunda de Barranquilla rechazó el acuerdo que le ofreció la fiscalía de Barcelona, España para evitar el juicio, ya que sostiene que ya no tiene deudas, pues pagó 17,2 millones por lo que debía más los intereses.
Los peritos designados por la defensa de Shakira mantienen que la cantante disponía de un certificado de residencia permanente en Bahamas y que, hasta 2015, su presencia en España no superó los 183 días anuales que la obligaban a tributar en el país.