Lisa María Kellermayr, de 36 años, había pagado seguridad privada con la intención de prevenir el hostigamiento. Fuentes cercanas a la víctima aseguran que quienes la acosaron se alegraron al enterarse de su fallecimiento.
La mujer fue encontrada muerta en su consultorio médico junto a tres notas que por el momento no se han hecho públicas. En diversas ciudades del país se manifestaron ciudadanos para demostrar su consuelo y empatía hacia la doctora.
Los 100.000 euros gastados en seguridad privada junto a la policía fueron insuficientes frente a los siete meses de acoso por parte del grupo antivacunas. Tal es así que la policía no decidió investigar los casos de hostigamiento que estaba recibiendo la doctora y desmintió algunas palabras públicas que había hecho la médica de Viena.