Misiles rusos bombardearon más de 40 ciudades y pueblos ucranianos, informaron funcionarios este jueves, mientras que los aliados de la OTAN reunidos en Bruselas revelaron planes para reforzar las defensas aéreas de Europa después de comprometer más ayuda militar a Kiev.
Las nuevas promesas llevaron a Moscú a renovar las advertencias de que la ayuda de los estados occidentales los convertía en “parte directa del conflicto” y que admitir a Ucrania en la alianza militar occidental, la OTAN, podría desencadenar la Tercera Guerra Mundial.
“Kiev es muy consciente de que tal paso significaría una escalada garantizada a una Tercera Guerra Mundial”, aseguró el subsecretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Alexander Venediktov, mientras Estados Unidos prometía defender “cada centímetro” del territorio aliado. Moscú justificó repetidamente la invasión del 24 de febrero que mató a decenas de miles de personas, en lo que llama una “operación especial”, diciendo que las ambiciones de Ucrania de unirse a la alianza representan una amenaza para la seguridad de Rusia.
Los misiles alcanzaron alrededor de 30 edificios y casas de varios pisos, tuberías de gas y líneas eléctricas en la ciudad de Nikopol en la región de Dnipropetrovsk, dejando a más de 2.000 familias sin electricidad, según el gobernador regional de ese distrito, Valentyn Reznichenko. Mientras, Putin ordenó el llamado a filas de cientos de miles de reservistas y proclamó la anexión del territorio ucraniano ocupado. Además, amenazó repetidamente con usar armas nucleares para proteger a Rusia, incluidas las regiones anexadas el mes pasado.