Tras las presiones y rumores, el Congreso falló a favor con 95 votos a 1 a favor de la adhesión de los países nórdicos. Estados Unidos dio su visto bueno.
En un contexto mundial signado por la invasión rusa en Ucrania, la alianza transatlántica decidió expandirse por voluntad colectiva casi unánime.
En última instancia fue Estados Unidos quien apoyó el veredicto, posteriormente lo habían hecho Italia y Francia, el día martes. Chuck Schumer, líder del Senado, definió la decisión como una señal de unidad occidental en contraposición con Rusia. “No pueden intimidar a Estados Unidos o Europa”, concluyó.