Pese a las protestas que se llevaron a cabo en los últimos meses, de manera consecutiva, el Senado aprobó el proyecto que impulsa Emmanuel Macron. El texto recibió 195 votos a favor y 112 en contra.
El Senado francés aprobó el proyecto de reforma de las pensiones del gobierno de Emmanuel Macron, cuya medida más polémica es el retraso de la edad mínima de jubilación de los 62 a los 64 años.
El texto, que fue debatido por un procedimiento acelerado para esquivar las numerosas enmiendas de la oposición para entorpecer el debate, recibió 195 votos a favor y 112 en contra.
“Hemos llegado al final de este debate muy denso en el que todo el mundo ha hablado. Desde el jueves 2 de marzo, nos hemos sentado sin interrupción durante diez días y casi otras tantas noches para un total de más de 100 horas de debate. Hemos registrado un número récord de enmiendas y subenmiendas: 8.900 en total”, afirmó Gérard Larcher,
Presidente del Senado francés.
Las primeras reacciones del Gobierno celebrando la decisión no se hicieron esperar y, solo unos minutos después de la votación, la primera ministra francesa, Élisabeth Borne, celebró el “paso decisivo” hacia una reforma que “garantizará el futuro” de las pensiones francesas. “Totalmente comprometidos para permitir una adopción definitiva en los próximos días”, remarcó.
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En el campo contrario, la senadora Monique Lubin aseguró, en su último turno de palabra, que permanecerá como una “jornada negra para todos los asalariados” del país.
Cabe recordar que, el texto de la reforma de las pensiones se debatirá el día 15 en comisión mixta paritaria, para acordar una versión común que deberá ser luego validada, a partir del 16 de marzo, por ambas cámaras.