La Franja y la Ruta de la Seda es un megaproyecto económico chino que invoca la antigua Ruta de la Seda a través de la creación de dos grandes caminos comerciales: uno marítimo y otro terrestre.
El proyecto fue propuesto en 2013 por el Presidente de China, Xi Jinping, quien lo vinculó a la antigua ruta comercial euroasiática conocida como Ruta de la Seda. El primer Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional fue celebrado en Beijing en 2017.
Constará de dos grandes ejes: en primer lugar, una vía terrestre que unirá China con Pakistán, Afganistán, Turquía, Rusia, Kazajstán, Turkmenistán, Kirguistán, Uzbekistán, Tayikistán y Europa, mediante los Balcanes hasta llegar a París. Para ello, China usará las instalaciones ferroviarias existentes, a la que vez que invirtió en la construcción de nuevas.
En segundo lugar, el control de una ruta marítima para llegar a América Latina, África y Medio Oriente implica la instalación de bases militares y puertos comerciales en los océanos Índico y Pacífico. Esto ha hecho revivir antiguas rivalidades entre algunos países asiáticos.
Un total de 139 países están adheridos, entre los cuales 30 son europeos, 37 asiáticos, 54 africanos y 13 de América Latina.