Debutó en el cine en compañía de Robert De Niro en "Taxi Driver" y fue dirigida por Martin Scorsese, Claude Chabrol, Spike Lee, Jonathan Demme, Neil Jordan y David Fincher.
Esta semana Alicia Christian “Jodie” Foster cumple 60 años. Y dos días antes que ella un tal Martin Scorsese sopló nada menos que 80 velitas. Y el último jueves también se reestrenó en casi 40 salas argentinas -en copia 4K remasterizada- “Taxi Driver”, película lanzada originalmente en febrero de 1976, cuando Scorsese tenía 33 y Foster, apenas 13. Una serie de coincidencias cinéfilas que unen a estas dos referencias insoslayables del cine contemporáneo.
Niña prodigio, Jodie comenzó a actuar siendo poco más que una beba en series como “Mayberry RFD”, “La ley del revolver”, “Ironside” o “Bonanza”, pero su consagración le llegó precisamente por su papel de Iris, la prostituta que se relaciona con Travis Bickle, el veterano de Vietnam devenido taxista nocturno encarnado por Robert De Niro.
Si bien Foster ya había trabajado dos años antes con Scorsese en “Alicia ya no vive aquí”, el desafío de interpretar en “Taxi Driver” un papel tan extremo para una niña fue mayúsculo.
Durante todo el rodaje estuvo acompañada por su madre, Brandy Foster, por una trabajadora social, por un terapeuta que cada día constataba que la preadolescente pudiera soportar la enorme carga emocional y de violenta implícita (y por momentos explícita) que sobrellevaba su personaje, y además se puso como condición que su hermana mayor, Connie Foster, por entonces de 19 años, trabajara como doble de luces y de cuerpo en las escenas más controvertidas y de mayor exposición.