Luego de 15 años manteniendo una firme postura, los médicos pediatras estadounidenses actualizaron sus recomendaciones.
Más de una década había pasado desde que la Academia Americana de Pediatría compartió sus recomendaciones sobre el tratamiento de la obesidad infantil. Hace pocas horas, el organismo de salud actualizó sus sugerencias haciendo foco en la prevención y el tratamiento temprano de la misma.
En primer lugar, la AAP (como la presentan sus siglas en inglés) asegura que el tratamiento comienza con cambios intensivos en relación al comportamiento y el estilo de vida, manteniendo su vieja postura. Sin embargo, los profesionales ahora recomiendan que, en caso de que el primer consejo falle, se deberían prescribir medicamentos o intervenir quirúrgicamente en los menores en casos extremos.
“Ahora tenemos evidencia de que la terapia contra la obesidad es efectiva. Hay tratamiento y es el momento de reconocer que la enfermedad es una enfermedad crónica y debe abordarse como abordamos otras enfermedades crónicas”, afirmó la doctora Sandra Hasssink, quien trabaja como directora médica en el Instituto APP.
Las nuevas recomendaciones son consecuencia a la confirmación de que no solo la administración o alimentación saludable y el ejercicio son los que influyen en el peso de un individuo, sino que la carga genética y hormonal puede alterar el peso o dificultar la pérdida del mismo.
En este marco, la FDA (administración de alimentos, en honor a sus siglas en inglés) ha autorizado cuatro medicamentos efectivos para combatir la enfermedad en adolescentes: Orlistat, Saxenda, Qsymia y Wegovy. Además, existe un quinto fármaco que se suele utilizar en casos de síndrome de Barde- Biedl (condición genética que produce obesidad), la setmelanotida.
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Por otro lado, desde la AAP hicieron hincapié en que el entorno familiar es un factor determinante a la hora de tratar o prevenir la obesidad. Existen “más de 14,4 millones de niños y adolescentes que viven con una enfermedad crónica común que ha sido estigmatizada por años y que está asociada con serias preocupaciones de salud de corto y largo plazo”, según el informe de la academia.
