La policía de Polonia, Estonia, Alemania, Lituania y Letonia, coordinada por Europol; ha detenido a varios miembros de una red de tráfico de seres personas. Esta empleaba la frontera bielorrusa con Polonia para introducir clandestinamente inmigrantes en Europa.
La policía de Polonia, Estonia, Alemania, Lituania y Letonia, coordinada por Europol; ha detenido a varios miembros de una red de tráfico de seres humanos. Esta empleaba la frontera bielorrusa con Polonia para introducir clandestinamente inmigrantes en Europa.
Según la teniente Anna Michalska, portavoz de la guardia fronteriza, los 23 detenidos en esta operación, proceden de al menos 6 países distintos. “En este caso, los agentes de la Guardia de Fronteras ya han detenido a un total de 23 personas: ocho ciudadanos polacos, nueve ciudadanos ucranianos, dos ciudadanos de Túnez y Georgia, y un ciudadano de Irak y Bielorrusia”, explica la teniente.
Además, esta explica: “Se trata de nuevas detenciones y la Guardia fronteriza ya ha arrestado a 39 individuos en lo que va de año. Entre ellos se encuentran traficantes que operan en distintos niveles de la jerarquía de este grupo criminal. Estos no se conocían necesariamente, no sabían quién operaba a qué nivel”.
Las autoridades afirman que los migrantes eran transportados en condiciones que ponían en peligro sus vidas, como en espacios cerrados dentro de vehículos abarrotados o hasta en frigoríficos.
La red utilizaba Turquía como punto de partida del viaje. Desde allí, los migrantes eran enviados a Moscú en avión y más tarde, eran trasladados a Bielorrusia. Una vez cruzada la frontera, la red utilizaba transportes clandestinos para llevarlos a Alemania, su destino final.