El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró su compromiso para trabajar con China, no obstante, señaló que la defensa de la soberanía de su país se posiciona como su prioridad.
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El martes por la noche el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, advirtió que si China continua con las amenazas a la soberanía de su país, él responderá como ya lo ha hecho con el derribo al globo espía chino que fue foco de conflicto la semana pasada después de sobrevolar territorio norteamericano.
En su discurso, el mandatario afirmó su compromiso de trabajar con China “en lo que pueda suponer un avance para los intereses estadounidenses y beneficie el mundo”. No obstante, añadió: “No se equivoquen, como dejamos claro la semana pasada, si China amenaza nuestra soberanía actuaremos para proteger nuestro país. Y así lo hicimos”.
En este marco, Biden confesó que, en su última reunión con Xi Jinping, presidente de China, que tuvo lugar en Bali el mes de noviembre en el marco de la cumbre del G20, habían acordado mantener una relación de “competencia, no conflicto”.
Seguido el jefe de Estado señaló que no está en sus planes pedir perdón por apostar por esa competencia y encargarse de “invertir para hacer Estados Unidos fuerte”, apostando por la innovación e industrias que definirán el futuro que, según su punto de vista, China trata de tener bajo su dominio.
“Defenderemos con firmeza la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo de China”, respondió esta mañana de miércoles el régimen chino con la cara de Mao Ning, portavoz del ministerio de Relaciones Externas, como el transmisor del mensaje.
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¿Cuál fue el conflicto entre China y Estados Unidos?
El núcleo del nuevo problema que enfrentó al régimen chino con el país norteamericano fue un globo espía que atravesó cielo estadounidense durante varios días, confirmado por el Pentágono el pasado jueves. Este terminó siendo derribado el sábado pasado cuando se encontraba sobre el océano Atlántico.
La aparición del volador espía desencadenó que Antony Blinken, secretario de Estado de EEUU, suspenda su viaje a Beijing en el marco de un enfrentamiento de relaciones que no hace más que tensarse. Esta visita había sido vendida como una oportunidad clave para calmar las aguas, limar asperezar y evitar que las dos potencias continúen poniéndose en competencia constante.
