Amir Nasr Azadani, el futbolista iraní condenado a pena de muerte por apoyar las protestas por Mahsa Amini, finalmente recibió una pena de 26 años en prisión.
El futbolista iraní Amir Nasr Azadani finalmente no será ejecutado tras el rechazo internacional a la condena por el supuesto asesinato de tres miembros de las fuerzas de seguridad nacionales y por unirse a las protestas en favor de las mujeres, pero fue sentenciado a 26 años de cárcel.
El jugador había sido detenido por el régimen iraní y condenado a la horca por el presunto hecho, lo que movilizó a organizaciones de Derechos Humanos y de la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPRO), entre otras entidades.
“FIFPRO está conmocionado y asqueado por los informes a los que el futbolista profesional Amir Nasr-Azadani se enfrenta a la ejecución en Irán después de hacer campaña por los derechos de las mujeres y las libertades básicas en su país. Nos solidarizamos con Amir y pedimos la eliminación inmediata de su castigo”, señaló la FIFPRO.
El deportista fue imputado por “incurrir en delitos contra el orden público, reunirse y conspirar para vulnerar la seguridad del país”, además de cometer moharebé , “un delito contra Dios”. No obstante, en las últimas horas se conoció la sentencia tras la apelación y Azadani se enfrentará a una condena de 26 años de prisión.
Ahora, las fuerzas de seguridad iraníes cargaron la pena de prisión contra el futbolista por el supuesto asesinato de tres efectivos policiales y otros dos delitos cometidos durante las protestas. Otros tres implicados en el asesinato de policías islámicos a mediados de noviembre han sido condenados a muerte y otro más a dos años de prisión.
Organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional han denunciado los juicios como “farsas” e “injustos” y una “venganza”. Casi 500 personas han muerto en las protestas y cerca de 20.000 han sido detenidas, según la ONG Iran Human Rights, con sede en Oslo.
