Con el objetivo de rendir homenaje a todos los profesionales de Derecho, además de a sus estudiantes y futuros estudiantes, hoy se festeja el Día internacional del Abogado. Por qué se eligió esta fecha y la historia de la Abogacía.
Como cada 3 de febrero el mundo conmemora el Día Internacional de Abogado, esta fecha tiene el fin de homenajear a cada profesional de la asignatura y, a su vez, incentivar a la ciudadanía a estudiar la carrera de Derecho. No obstante, no existe un motivo en específico que haya movilizado la elección de esta fecha especial, de hecho, en América Latina, cada país cuenta con un lugar diferente en el calendario para rendir este tributo, el cual está relacionado con la historia de la abogacía a nivel nacional.
Por ejemplo, en Argentina, el 29 de agosto se celebra el Día del Abogado. En nuestro caso, esta fecha fue elegida en 1958 en conmemoración al nacimiento del político y jurista Juan Bautista Alberdi, quien, a través de su escrito “Bases y puntos de partida para la organización de la República Argentina”, se convirtió en el autor intelectual de la primera Constitución Nacional.
La historia de la carrera de Abogacía
La abogacía cuenta con mas de dos milenios en la historia de la Humanidad y tuvo sus inicios en lo que se considera como Antigua Grecia y Roma, lugar donde ciertos oradores de la época realizaban exposiciones totalmente públicas para poner en debate ciertos temas que debían ser organizados por la sociedad.
En efecto, Roma se considera como el lugar oficial donde las actividades organizadas en relación a la profesión comenzaron a crecer, considerando que en el año 204 a.C., el emperador Claudio se encargó de legalizar la abogacía y autorizó a los oradores públicos romanos a ejercer la profesión con total libertad.
De esta manera, se establecieron una escala de honorarios que se sostenía en un tope de 10000 sestercios, lo que para ese momento era considerado un monto de bajo nivel.
Viajando hacia Grecia, los voceris eran quienes llegaban a ocupar los cargos relacionados con esta profesión. Cabe destacar que, a diferencia de las romanas, las mujeres griegas lograban alcanzar puestos en este oficio, aunque solo las que pertenecían a la alta sociedad.
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Esta disciplina fue creciendo poco a poco y cuenta en su historia con figuras de gran importancia como Cicerón, Hortensio, P. Clodio, M. Marcelo, M. Calidio y M. Mesalo Níger.
Con el pasar de los años, y contemplando la gran convocatoria de abogados que algunos privilegiados podían reunir para su defensa, se comenzó a imponer un límite de tres profesionales por acusado; esta se llamó la Ley Julia.
