La evolución del ser humano ha sido un tema en debate durante varios años y las mutaciones en su genética siempre son movilizadores de interrogantes. Para qué se utilizaba antes la cola y por qué ya no resultó necesaria.
El camino de evolución de los primates, los cuales se convirtieron en lo que hoy conocemos como Homo Sapiens, contó con varias pérdidas y ganancias en el camino, tal es el caso de la cola. La desaparición del rabo en la especie humana trae consigo algunas explicaciones interesantes que vale la pena indagar.
Al año 2023 casi la totalidad de primates conserva su cola, que si bien puede ser más larga o más corta su función nace en la adaptación al ambiente, permitiéndoles mantener el equilibrio cuando se pasean entre los árboles.
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En tanto, la ciencia de la paleontología nos ha mostrado incontables veces como nuestros antepasados vivían con la extensión de una enorme cola, la cual les permitía navegar entre las grandes plantaciones del mundo.
Una de las teorías más mencionadas a la hora de explicar la perdida de la cola radica en la adaptación bípeda humana y la vida terrestre, la cual hizo que la existencia del rabo vaya siendo cada vez menos importante y, a consecuencia, se convierta en algo poco útil.
La adaptación se da en el mismo momento en que se expande el tamaño del cerebro, permitiendo así una mayor capacidad de coordinación entre los músculos del tronco y las piernas, comenzando a aparecer la posibilidad de caminar de forma eficiente, dejando la cola como una extensión innecesaria del cuerpo humano.
De todas maneras, no fue todo bueno en esta perdida. La falta del rabo eliminó la capacidad de sentir el viento, dejándolos más susceptibles a contraer enfermedades causadas por insectos. No obstante, esto les ayudó a desarrollar un mejor sistema inmune.
En conclusión, la perdida de la cola en el cuerpo del ser humano nos ayudó a participar en un proceso que nos dejó una mayor capacidad inteligente y una mayor inmunidad. Esto indicaría que la evolución humana comenzaría mucho antes de lo que se cree y que trató de un camino gradual y totalmente complejo. Visualizando las razones de cada una de las evoluciones y cambios físicos que ha tenido el esqueleto del ahora Homo Sapiens, se puede confirmar que nuestra evolución fue desarrollada en base a una selección natural y la adaptación a los cambios de ambientes y necesidades.
