El presidente de Chile, Gabriel Boric, acudió a la destrucción de más de 17.000 armas que fueron incautadas por la policía o entregadas voluntariamente por sus propietarios. El mandatario afirmó desde las instalaciones en Santiago que entregar las armas privadas a las autoridades "es un ejemplo de responsabilidad cívica, que le hace bien a la sociedad".
El presidente de Chile, Gabriel Boric, acudió a la destrucción de más de 17.000 armas que fueron incautadas por la policía o entregadas voluntariamente por sus propietarios. El mandatario afirmó desde las instalaciones en Santiago que entregar las armas privadas a las autoridades “es un ejemplo de responsabilidad cívica, que le hace bien a la sociedad”.
“Imagínense si cada una de estas 17.590 armas hubiera herido a una personas y (las armas) tienen la capacidad de herir a muchas más. Es brutal pensar cuánto daño, cuánto perjuicio tienen las armas en los barrios, en manos de delincuentes, del crimen organizado o también en manos de quienes no saben usarlas”, declaró.
Boric, que es partidario de la prohibición total de armas de fuego en manos de civiles, reafirmó así su política gubernamental de tolerancia cero, llamada “Menos armas, más seguridad”. Según el presidente, la cantidad de armas destruidas es un 28% superior a la de 2021, “lo que significa casi 3.900 armas más”.