Las advertencias, obligaron a la princesa Amalia de 18 años, a recluirse en el Palacio Real. Los hechos se remontan a principios de septiembre, cuando la prensa local informó de que se había reforzado la seguridad, tanto la de la princesa heredera como la del primer ministro.
Inquietud en los Países Bajos. Luego de conocerse que la princesa Amalia de 18 años tuvo que abandonar su piso de estudiantes en Ámsterdam y volver al Palacio Real en La Haya por amenazas, las preocupaciones comenzaron a inundar a la región europea.
Los hechos se remontan a principios de septiembre, cuando la prensa local informó de que se había reforzado la seguridad, tanto la princesa heredera como del primer ministro, Mark Rutte, por temores a que fueran objetivo del crimen organizado.
“No ha salido de casa. Es posible que hayan escuchado la noticia. Esto tiene consecuencias enormes para su vida. Por supuesto, eso significa que no vive en Ámsterdam y que no puede salir. Esas consecuencias son muy difíciles. No hay vida estudiantil para ella como tienen otros estudiantes. Estoy muy orgullosa de ella y de cómo sigue adelante”, comunicó la reina Máxima.
