Diana Spencer, más conocida como Lady Di sigue siendo una de las princesas más queridas y una de las figuras más carismáticas de la realeza.
Diana fue la primera esposa del Príncipe Carlos de Gales, hijo de la Reina Isabel II y heredero de la corona británica. Se casaron en 1981 en una boda transmitida en vivo para todo el mundo. Con él tuvo a sus dos hijos, William y Harry, que tenían 15 y 12 años cuando murió.
La joven princesa despertó el amor de los británicos desde el primer día, lo que la convirtió en la “reina de corazones”. Sin embargo, siempre se supo que las exigencias que enfrentó como integrante de la realeza, sobre todo por la frialdad en la relación con el príncipe Carlos. Ambos se seguían viendo hasta que en diciembre de 1992 anunciaron su separación. Su divorcio se produjo en agosto de 1996.
Tras un ardua pelea por intentar ser feliz, Diana conoció a Dodi Al Fayed con quien pasó nueve días en los que pasearon por la Costa Azul y por el Mediterráneo italiano. El 30 de agosto, Diana despertó en el Jonikal que se acercaba a Cerdeña. Desayunó en el yate mirando el mar junto a Dodi. Un poco antes del almuerzo, una lancha los acercó al muelle. El 31 de agosto la pareja voló a París y apenas descendieron del avión, los fotógrafos los apuntaron con sus cámaras. Allí empezó una especie de persecución que terminó en un fatídico accidente donde perdió la vida Lady Di y Al Fayed. Solamente sobrevivió el guardaespaldas de Dodi, el único que llevaba el cinturón de seguridad.
Las circunstancias en las que se produjo el choque siguen dando que hablar y el suceso todavía suscita todo tipo de teorías ‘no oficiales’ que incluso sugieren que la muerte de la princesa de Gales estaba planeada por los más altos cargos británicos.